Comprar salmón ahumado en el supermercado puede ser un lujo que no todos se pueden permitir a diario. Algunos paquetes llegan a costar hasta 40 euros por kilo, lo que hace que muchas personas lo reserven solo para ocasiones especiales. Pero gracias a un truco que se ha vuelto viral en Instagram, es posible disfrutar de este delicioso producto ahorrando más de la mitad. El creador de contenido @ugar90 nos enseña en uno de sus vídeos cómo hacer salmón ahumado en casa de manera muy sencilla, sin complicaciones y con un resultado espectacular. La clave está en saber elegir bien los productos y seguir unos pasos simples que cualquiera puede hacer desde su cocina. Con esta técnica, no solo reduces costes, sino que además tienes el control total de lo que estás comiendo, algo que cada vez valoramos más.
Así puedes hacer salmón ahumado en casa de forma fácil
Para comenzar, lo primero que recomienda es comprar una pieza de salmón fresco, que actualmente ronda los 17 euros por kilo. Esta pieza se puede conseguir entera o en lomos, según prefieras, y representa una excelente base para preparar el ahumado casero. Junto con el pescado, también es necesario adquirir el preparado para ahumar, un producto que se vende ya listo para usar y que contiene la sal y los aromas necesarios para darle ese sabor tan característico.

Una vez en casa, es fundamental congelar el salmón durante al menos cinco días, algo que se hace por seguridad alimentaria, para eliminar posibles parásitos como el anisakis. Después del tiempo en el congelador, el salmón se descongela lentamente y se coloca en un recipiente lo suficientemente grande. Ahí se cubre completamente con el preparado para ahumar, hasta que quede completamente sepultado. Este paso es esencial para que la carne absorba bien el sabor y se cure de forma adecuada.
A continuación, se tapa con papel film y se guarda en la nevera durante 24 horas exactas. Pasado ese tiempo, se saca, se enjuaga bien bajo el grifo para quitarle la sal y se seca cuidadosamente con papel de cocina. En ese punto, ya está listo para cortar en finas lonchas y disfrutar. El resultado es un salmón suave, aromático y con una textura muy similar al que compramos en tiendas especializadas. Con un poco de paciencia y apenas dos ingredientes extra, puedes tener en casa un producto de alta calidad por mucho menos dinero. Una solución ideal para quienes quieren comer bien sin gastar de más. Además, puedes ajustar el punto de sal y el grosor de las lonchas a tu gusto, algo que no permite el salmón ya envasado. Una vez lo pruebes, es muy probable que no vuelvas a comprar el de supermercado.