Hay lugares que no solo se visitan, sino que se viven y la Segarra es uno de ellos. Esta preciosa comarca del interior de Catalunya, conocida como "el granero de Catalunya" por su tradición en el cultivo del trigo, todavía es bastante desconocida para muchos catalanes/as, pero ofrece un entorno natural encantador, una gastronomía de proximidad de alta calidad y un patrimonio histórico valiosísimo.

Sortida Helena9
Paisaje verde de la Segarra. Foto: Maria Josep Jové Tarruell

Una tierra con una historia milenaria todavía viva

La Segarra, que ha sido habitada desde tiempos ancestrales, conserva las huellas de las diversas civilizaciones que la habitaron. Por ejemplo, puedes seguir el rastro de los romanos en el Parc Arqueològic de Iesso, una antigua gran ciudad romana fundada en torno al año 100 a.C. en la actual Guissona. En el Museu Eduard Camps de Guissona se conservan las piezas provenientes del yacimiento.

El desconocido tesoro romano del interior de Catalunya

Pero la historia no se acaba aquí, de la edad media, la época en que la localidad hacía de frontera con los territorios árabes, se conservan castillos y torres defensivas como los espectaculares Castells del Sió. Otro buen lugar donde descubrir el estilo románico es la Església de Sant Esteve de Pelagalls.

¿Todavía quieres más? Pues Sant Ramon es otra población que hay que visitar. Allí, puedes ver el Monestir de Sant Ramon. Y claro está, en la capital, Cervera, puedes recorrer el centro histórico (declarado bé d'interès cultural por la Generalitat de Catalunya), que está rodeado de vestigios medievales y barrocos, como por ejemplo la muralla que lo rodea, la universidad que mezcla el estilo barroco con el neoclásico o el templo románico de Santa Maria de Cervera.

Y, muy cerca, puedes visitar Montfalcó Murallat, un pueblo medieval totalmente amurallado que parece de película. Además, la villa de Sanaüja, cargada de elementos históricos como el castillo del siglo XI, el puente medieval o los espectaculares portales antiguos en el centro del casco viejo. O también Sant Guim de Freixenet, con el emblemático Sindicato Modernista, que data del siglo XX, o la iglesia del Sagrat Cor.

Montcortes
El castillo de Montcortès, en Montcortès de Segarra. Foto: Maria Josep Jové Tarruell

Ahora bien, los bienes culturales de la comarca no solo son materiales. Si tienes oportunidad, tienes que vivir La Passió y el Aquelarre en Cervera, el Mercado Romano de Iesso, la Feria del Huevo de San Guim de Freixenet o el Castillo de Fuegos de Sanaüja, todos símbolos de la identidad segarrenca y que conforman el carácter y forma de ser de sus habitantes.

La Segarra es para mojar pan

El Consell Comarcal de la Segarra ha puesto en marcha la campaña 'Per sucar-hi pa' para promover los productos gastronómicos de la comarca y, durante este mes de agosto, en el marco del proyecto '12 meses, 12 paisajes,' se han realizado varias actividades y acciones para popularizar todavía más el trigo segarrenc, el alimento que, probablemente, representa mejor la comarca. ¿Por alguna cosa a la Segarra se la conoce como "el granero de Catalunya", verdad?

Como decíamos, no se puede entender la Segarra sin el trigo. El cultivo de este cereal ha marcado el carácter y la forma de vida de su gente. Tanto es así que la Segarra cuenta con variedades propias e históricas de trigo, como por ejemplo el xeixa o el Florenç 90. De hecho, paseando por los pueblos de la comarca es fácil encontrar hornos que siguen métodos tradicionales, donde la harina local es la protagonista y donde cada pan es casi una obra de arte.


Pero la harina de la Segarra da mucho más que pan. Es el alma de las 'coques de recapte', de las cocas azucaradas que se comparten en fiestas mayores, de postres que han pasado de generación en generación o de roscones para las grandes ocasiones. Estas elaboraciones explican una manera de entender la cocina: aprovechar lo que la tierra ofrece, trabajar con productos de temporada y mantener vivo un recetario que habla de comunidad e identidad.

panadons kok
Uno de los platos más típicos de la comarca, los panadons. Foto: Consell Comarcal de la Segarra

Degustar esta gastronomía es, en realidad, hacer un viaje en el tiempo y por el territorio. Es saborear un cereal cultivado con técnicas respetuosas con el medio ambiente, transformado por manos expertas que conocen el valor de cada grano. Es descubrir que detrás de un simple trozo de pan con tomate o de una coca casera hay campos de espigas doradas, las tradicionales 'cabanes de volta' y las vivencias de los campesinos que han mantenido vivo el legado del trigo segarrenc.

Un patrimonio vivo que hay que probar, disfrutar y, sobre todo, preservar.

Santa Fe
Paisaje de Santa Fe. Foto: Maria Josep Jové Tarruell

Si quieres huir del turismo de masas y conectar con la naturaleza...

Si estás buscando un destino rural, alejado de las masas y del turismo de playa, la Segarra es lo que estás buscando. Hay muchos caminos y rutas a hacer, tanto a pie como en bicicleta. Es el caso, por ejemplo, de la fantástica ruta que puedes hacer recorriendo los Castells del Sió. 

Es una propuesta más tranquila y gastronómica que te permite descubrir los paisajes dorados de la comarca, conocer el patrimonio rural y probar el pan hecho con variedades locales.

Bien, como ves, cosas que hacer hay muchas, solo hace falta que te acerques a la Segarra, te espera con los brazos bien abiertos. Viaja al corazón de Catalunya, vívela con todos los sentidos, déjate cautivar por su historia, por sus sabores y por la calma de sus paisajes.

'Terra i Tast' té plats que s'adapten al teu estil de vida, als teus gustos i a les teves preferències alimentàries. (1)