La polémica por los carteles que Vox ha colgado en la fachada del Parlament contra el president Lluís Companys tildándolo de asesino ha desembocado este miércoles en una reunión de la Junta de portavoces en la que Vox ha perdido los papeles, según ha denunciado ERC en un escrito a la Mesa (presentado junto con los Comuns), en el que ha reclamado que la Cámara tome medidas disciplinarias. La reunión ha terminado, según el escrito y testimonios presenciales, entre gritos de los representantes de Vox, que han abandonado la reunión con un ruidoso portazo.
Todo ha empezado cuando el portavoz de los Comuns, David Cid, ha pedido la palabra en la Junta de portavoces para reclamar que el Parlament actúe contra la exhibición de los carteles contra Companys en las ventanas de los despachos de Vox, que se pueden observar desde el exterior de la Cámara catalana. Acto seguido ha sido el portavoz de Vox quien ha pedido la palabra para reiterar los insultos contra Companys, al cual, según asistentes a la reunión, ha tildado de asesino y ha acusado de matar a 8.000 personas, entre las cuales su abuelo.
Impide intervenir a ERC
Acto seguido ha pedido la palabra el portavoz adjunto de ERC, Jordi Albert. Pero Garriga ha continuado hablando elevando la voz e impidiendo oír las palabras del diputado republicano, por lo cual Esquerra ha denunciado en su escrito, que a Jordi Albert "no se le ha permitido expresar su posicionamiento". Todo ello, sin embargo, no ha quedado ahí. "Más allá de no permitir expresar el posicionamiento, el portavoz de Vox ha proferido de manera reiterada graves ataques contra la figura del president Companys, hecho que ha provocado que fuera llamado al orden varias veces por parte del presidente del Parlament", añade el escrito.
Los diferentes llamamientos al orden del presidente de la Cámara, Josep Rull, no han hecho más que encender más los ánimos, según explican algunos de los presentes, hasta el punto de que tanto Garriga como el portavoz adjunto, Sergio Macián de Greef, habrían abandonado la reunión "entre gritos e insultos" y con un ruidoso portazo.
El escrito de ERC subraya que esta actitud ha impedido el normal funcionamiento de la reunión de la Junta de Portavoces y que los portavoces de los grupos pudieran ejercer sus funciones, por lo que ha pedido a la Mesa del Parlament que en aplicación del Reglamento y el Código de Conducta de los diputados "inicie un procedimiento de verificación" y pida un informe a la Comisión del Estatuto de los diputados. Esquerra reclama que se analice la exhibición de carteles vejatorios contra la figura de Companys por parte de Vox y el comportamiento de los portavoces de este grupo durante la reunión de la Junta de Portavoces.
También la CUP ha pedido que la Comissió del Estatut de los diputados valore las posibles infracciones del Código de conducta de los diputados y que se aplique el régimen sancionador a todo el grupo parlamentario de Vox y, en particular, a su portavoz.
Por su parte, el Parlament ha comunicado que la Mesa ya ha visto los escritos que se han presentado contra Vox y se ha acordado trasladar lo ocurrido con los carteles a la Comissió de l'Estatut. Además, se ha acordado pedir que se convoque esta comisión con urgencia porque no existe un plazo fijado. Por contra, la Mesa ha desestimado la expulsión que reclamaba la CUP porque "no se dan las condiciones que marca el Reglamento".