Puede sonar extraño, pero cada vez más gente recurre a un remedio casero de toda la vida que, de repente, ha vuelto con fuerza: poner hojas de laurel en la lavadora. Aquello que antes era cosa de las abuelas ahora arrasa en las redes, en blogs de limpieza e incluso en comunidades de consumo consciente. ¿Sin embargo, por qué este gesto tan sencillo está ganando tanta fama? ¿Tiene realmente algún efecto? ¿Y, sobre todo, cómo se tendría que hacer? A continuación, te explicamos para qué sirve, como aplicarlo correctamente y qué propiedades tiene esta planta aromática que, más allá de tener un papel importante en la cocina, parece tener un lugar reservado también a la colada.

Para qué sirve el laurel a la lavadora

El laurel no solo huele buena: tiene la capacidad de revitalizar la ropa, sobre todo aquellas piezas que han perdido vida con los lavados. Cuando añadimos laurel al ciclo de la lavadora, su efecto actúa como un potenciador natural que ayuda a suavizar tejidos, reducir la electricidad estática y, según muchos usuarios, recuperar el color original de la ropa apagada.

Este método es especialmente útil en piezas de algodón, sábanas y camisetas que con el paso del tiempo se han ido volviendo más grises o amarillentas. El laurel también ayuda a neutralizar olores y aporta un aroma fresco y suave, nada invasor.

Cómo utilizar el laurel en la lavadora

Hay dos maneras de utilizar el laurel para lavar la ropa. En los dos casos, es importante no pasarse. El laurel tiene un olor intenso, y con poca cantidad ya es suficiente:

  • Infusión previa: Hierve unas cuantas hojas secas de laurel (entre 4 y 6) con agua y una cucharada de bicarbonato. Una vez enfriada la mezcla, sumerge la ropa que quieres recuperar y déjala en remojo durante unas horas. Después, lávala con normalidad a la lavadora.
  • Directamente en la lavadora: Pone las hojas de laurel (mejor secas) dentro de un pequeño saquito de ropa fina o malla e introdúcelo en el tambor con el resto de la colada. Eso ayuda a difundir sus propiedades durante el ciclo de lavado, de forma suave y efectiva.

Qué propiedades tiene el laurel

El laurel (Laurus nobilis) es una planta medicinal con una larga trayectoria a las culturas mediterráneas. Además de ser un clásico en la cocina, tiene propiedades antibacterianas, antifúngicas y desodorantes. Estas características lo hacen especialmente útil para el mantenimiento textil y la limpieza doméstica.

También contiene compuestos naturales como el eugenol y el cineol, que contribuyen a neutralizar olores desagradables y a dejar una sensación de frescor. Además, se ha utilizado tradicionalmente para repeler insectos y por sus cualidades calmantes y equilibrantes.

Cuándo no es conveniente hacer uso del laurel a la lavadora

A pesar de ser un truco natural y generalmente seguro, no es una fórmula mágica para todo el mundo ni para todo tipo de ropa. Hay situaciones donde quizás vale la pena pensárselo dos veces antes de utilizarlo:

  • Personas con alergias o piel muy sensible: por muy natural que sea, el laurel puede provocar reacciones cutáneas en algunas personas. En bebés, o en personas con la piel especialmente reactiva, mejor hacer una prueba previa con una pieza pequeña.
  • Mascotas en casa: aunque el laurel no sea tóxico en contacto con la piel, si tienes perros o gatos que tienden a lamer o masticar la ropa, puede no ser la mejor idea. Ingerido en grandes cantidades, los puede afectar.
  • Tejidos delicados o técnicos: algunas piezas con acabados especiales —como las impermeables, de gimnasio o de montaña— pueden no reaccionar bien en las infusiones o en los aceites naturales que dejan rastros. Siempre mejor leer la etiqueta.
  • Exceso de uso: como con todo, el abuso puede tener el efecto contrario. Si pones laurel en cada lavadora, puede saturar el olor o incluso dejar restos en los tejidos.

Un poco de juicio y observación son claves. No se trata de abandonar el truco, sino de adaptarlo a lo que realmente necesitas.

Otras formas naturales de perfumar la ropa a la lavadora

Si buscas alternativas en el laurel —o quieres combinarlo con otras opciones igual de naturales—, aquí tienes algunas ideas que funcionan muy bien:

  • Vinagre blanco con aceites esenciales: añade una cucharada de vinagre al compartimento del suavizante y unas gotas de aceite esencial de lavanda, menta o árbol del té. Ayuda a desinfectar, suaviza la ropa y perfuma con sutileza.
  • Bicarbonato y piel de cítricos: una cucharada de bicarbonato con ralladura de limón o naranja puede dejar la ropa fresca y sin olores pesados.
  • Hierbas secas en bolsitas de tela: romero, salvia... Meterlos en una bolsa de algodón bien cerrada y dentro de la lavadora crea una fragancia suave y natural.
  • Jabón natural rayado: el jabón de Marsella o de aceite de oliva, en pequeñas láminas, puede sustituir detergentes comerciales y dejar un aroma limpio, sin artificios.

Apostar por estos remedios no solo perfuma: también ahorras productos químicos, cuidas tus piezas y, de paso, tienes la sensación que estás limpiando con conciencia.