Para muchos, alojarse en un hotel es sinónimo de descanso y lujo. Pero para Danna Murillo, antigua trabajadora de limpieza en tres hoteles diferentes, los pasillos brillantes y las camas perfectamente hechas esconden secretos que dan escalofríos. En un vídeo que se ha vuelto viral en TikTok (con más de 80.000 "me gusta" y cientos de comentarios), la influencer (conocida como @imdannalittlewall) ha confesado tres prácticas habituales en la limpieza hotelera que, según dice, le han cambiado la manera de ver cualquier habitación de hotel. "Me da mucho asco pensarlo ahora, pero es así. Yo no lo decidía: era la regla. En todos los hoteles donde trabajé se hacía igual", dice en el vídeo.

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No uses los vasos del baño

El primer “no” rotundo de Danna es a los vasos que hay en los lavabos. Aquellos recipientes que muchos utilizan para enjuagarse la boca o tomar un sorbo de agua, según ella, son una trampa bacteriológica. “Nunca más volveré a usar los vasos del baño. Los limpian con el mismo trapo con el que limpian la taza del váter, las cañerías... y con espray para los espejos. Eso no se lava, solo se seca un poco y basta.”

El testimonio ha encendido el debate. Mientras algunos trabajadores del ámbito hotelero le dan la razón, otros la contradicen con firmeza. Una usuaria replicaba: “Eso depende de la trabajadora. Cada una tiene trapos de diferentes colores para cada zona del baño y de la habitación.” Otra usuaria añadía: “Yo uso varios trapos para cada habitación, por respeto y por salud. Es simple ética laboral.”

@imdannalittlewall

No digo que en todos sea así, pero a mí ya me quedo un trauma JAJAJA

♬ original sound - Danna Littlewall

Otros, en cambio, confirmaban exactamente lo contrario. Otra extrabajadora de hotel decía: “Si te pones a lavar los vasos como es debido, te regañan por perder tiempo. Te obligan a hacerlo rápido.” Algún comentario, entre la resignación y el humor negro, resumía el espíritu del vídeo: “Literal, no uséis nunca estos vasos, por favor”, escribía una usuaria de la red.

No uses los cojines decorativos

El segundo punto de asco que señala Murillo son los cojines de colores o decorativos. “Los blancos se lavan siempre. Pero los decorativos, los que son de colores o tienen texturas, no. Solo si se ven muy sucios o una vez al año. Antes no lo sabía y ahora, nada más llegar, los tiro al suelo.”

Este detalle ha despertado un festival de reacciones entre el público. “Mancharé los cojines decorativos para que los laven”, escribía una usuaria de Tiktok. Otros comentarios tenían un tono más realista: “¿A quién se le ocurre dormir con cojines decorativos? Yo siempre los pongo en la silla”, apuntaba otro usuario. Y entre los excompañeros de profesión, el debate volvía a dividirse. Algunos defendían a los hoteles: “En mi hotel no ponemos cojines decorativos, justamente por eso. Los estándares son mucho más altos de lo que ella dice.” Pero la creadora del vídeo, Danna Murillo, lo deja claro en el vídeo: “Era así tanto en hoteles grandes como locales. Todo se hacía igual. Y nadie tiene tiempo de más.”

No vayas sin zapatos por la habitación

La tercera confesión es probablemente la que más malestar provoca. “Nunca caminen descalzos o con calcetines si el hotel tiene alfombra. Estas alfombras no se lavan. Si se aspiran, ya pueden dar gracias.” Con esta frase, Danna cierra el vídeo, pero en la sección de comentarios se abre una nueva caja de Pandora. “Me da asco solo de pensarlo. Ni quiero ir ya”, escribe una mujer en los comentarios del vídeo. Otros, lo toman como una confirmación de sus manías: “Después de ver esto, nadie volverá a reírse de mí por llevar toallas, chanclas y mantas de casa.” Entre los profesionales, algunas voces intentaban poner contexto: “Es que no hay tiempo. Nos controlan mucho las habitaciones por día, y tienes que hacer más de veinte”, reconoce una antigua camarera de habitaciones.

El vídeo de Danna Murillo ha tocado una fibra sensible: la confianza ciega que tenemos en los hoteles. “Por eso yo llevo mis fundas y mis sábanas, aunque la gente no lo entienda”, escribía una usuaria. Y otra usuaria, Nara, dice lo que muchos piensan después de ver el vídeo: “¿A quién se le ocurre usar un vaso en el baño? Allí hay bacterias por todas partes”. Sea como sea, el mensaje de Danna es claro: la próxima vez que entres en un hotel, piensa dos veces antes de tocar según qué detalles “decorativos”. Quizás no hace falta llegar a llevar tu propio colchón, pero unas chanclas y un poco de desconfianza nunca sobran.

Más allá del asco: una crítica al ritmo de trabajo

Más allá de las anécdotas, el vídeo de Danna ha abierto una discusión más amplia sobre las condiciones laborales del personal de limpieza. Muchas de las personas que comentan, aunque discrepan de los detalles, coinciden en un punto: la presión por hacer demasiadas habitaciones en poco tiempo. Como dice una antigua trabajadora en los comentarios: “Si tardas demasiado, te llaman la atención. Y así es como se acaban mezclando los trapos”. Otros, lo resumen sin tapujos: “Por falta de tiempo, se trabaja así. En todos los hoteles”.