¿Cuándo fue la última vez que pensaste en el filtro de tu lavadora? Si no te acuerdas, no eres el único. Este pequeño componente, que a menudo pasa desapercibido, es clave para mantener el buen funcionamiento de la máquina. Y lo mejor de todo es que limpiarlo es más fácil de lo que piensas. Los expertos aseguran que hacerlo correctamente puede evitar averías costosas y alargar la vida de tu electrodoméstico.

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¿Por qué es tan importante el filtro de la lavadora?

El filtro de la lavadora es como un guardián silencioso que trabaja sin parar. Su trabajo es capturar todo aquello que no debería llegar nunca a la bomba de desagüe: pelusas, cabellos, monedas, botones, pequeños trozos de tejido e incluso calcetines enteros que a veces se escapan. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos recomiendan que el equipo de lavandería se mantenga según las instrucciones del fabricante para prevenir la contaminación microbiana del sistema. Cuando el filtro se atasca, no solo afecta al rendimiento de la máquina, sino que puede crear condiciones perfectas para que proliferen bacterias y hongos.

¿Con qué frecuencia lo tienes que limpiar?

Esta es la pregunta que se hacen muchas familias. Según Samsung, uno de los fabricantes líderes de electrodomésticos, es recomendable limpiar el filtro de la bomba entre 5 y 6 veces al año para optimizar el funcionamiento y mantener la lavandería libre de olores y bacterias. Pero la frecuencia real depende del uso que hagas de la lavadora:

  • Uso ligero (1-2 lavados por semana): cada 3 meses
  • Uso moderado (3-5 lavados por semana): cada 2 meses
  • Uso intensivo (lavados diarios): cada mes

Si tienes mascotas, niños pequeños o lavas ropa muy sucia con frecuencia, tendrás que aumentar la frecuencia de limpieza.

Señales de que el filtro necesita atención urgente

En todo caso, si no sabes si ya toca revisar el filtro, tu lavadora tiene maneras de decirte que el filtro está atascado, aunque no lo haga con palabras:

  • El agua se queda en el tambor después del ciclo
  • Ruidos extraños cuando la lavadora saca el agua o durante el centrifugado
  • La ropa sale más húmeda de lo normal
  • Olores desagradables y húmedos en el tambor
  • Códigos de error en la pantalla

Si notas alguno de estos síntomas, es hora de actuar.

Dónde encontrar el filtro en la lavadora

Aquí viene la parte detectivesca. La ubicación del filtro varía según el modelo y la marca:

  • Lavadoras de carga frontal: Normalmente, se encuentra detrás de una pequeña escotilla en la parte inferior frontal de la máquina. Algunos modelos lo tienen en la parte posterior.
  • Lavadoras de carga superior: Puede estar dentro del tambor, alrededor del borde superior, o en el centro del tambor, bajo el agitador.

Si no lo localizas, no te preocupes. El manual de usuario es tu mejor amigo en estos casos. También puedes buscar el modelo en línea para ver diagramas específicos.

Los pasos correctos para limpiar el filtro

Antes de empezar, recuerda: la seguridad primero. Los expertos de los fabricantes de lavadoras coinciden en estos pasos fundamentales:

  • Desconecta la lavadora de la corriente
  • Cierra la válvula de entrada de agua
  • Coloca una toalla en el suelo y un recipiente ancho para recoger el agua
  • Localiza la manga de drenaje de emergencia (normalmente negra)
  • Saca el tapón y deja que el agua salga al recipiente
  • Quizás tendrás que repetir este proceso varias veces
  • Una vez drenada el agua, desenrosca el filtro girándolo en sentido contrario a las agujas del reloj
  • Retira con cuidado cualquier objeto extraño (monedas, botones, calcetines...)
  • Limpia el filtro con agua tibia y un cepillo suave, como un cepillo de dientes viejo
  • No olvides este paso crucial: limpia también el canal donde va colocado el filtro. Utiliza un trapo o cepillo para eliminar la suciedad acumulada.
  • Comprueba que el rodete de la bomba (una pequeña hélice al fondo) se mueve libremente. Si está bloqueado, retira con cuidado cualquier obstáculo.

Consejos profesionales para un mantenimiento óptimo

El ENERGY STAR, el programa de eficiencia energética del gobierno americano, recomienda realizar inspecciones mensuales de los filtros de electrodomésticos para mantener el rendimiento óptimo. Para la lavadora, esto significa:

  • Inspeccionar mensualmente y limpiar según el uso
  • Documentar la limpieza para llevar un seguimiento
  • No esperar hasta que aparezcan síntomas de problemas
  • No colocar nada en el suelo: El agua que sale puede ser abundante y sucia
  • Forzar el filtro: Si cuesta de sacar, puede haber un mecanismo de seguridad. Algunos filtros tienen un pomo especial que hay que apretar y girar
  • No limpiar el alojamiento: Un error muy común que hace que el filtro se vuelva a ensuciar rápidamente
  • Olvidarse del tapón de drenaje: Asegúrate de volver a colocar el tapón antes de cerrar todo

El mantenimiento preventivo según los fabricantes

Las empresas certificadas por NSF International (una organización que establece estándares de salud pública) recomiendan que las lavadoras se mantengan adecuadamente para garantizar la sanitización efectiva. Esto incluye:nsf

  • Limpieza regular del filtro
  • Ciclos de mantenimiento mensuales con agua caliente
  • Inspección de gomas y sellos
  • Ventilación adecuada después de cada uso

¿Cuándo hay que cambiar el filtro completamente?

Aunque la mayoría de filtros se pueden limpiar indefinidamente, a veces hay que sustituirlos:

  • Si está roto o agrietado
  • Si las fibras del filtro están deterioradas
  • Si no se puede limpiar completamente a pesar de los esfuerzos
  • Si salen fugas cuando lo vuelves a colocar

¿Qué puede pasar si no reviso el filtro de vez en cuando?

Según los expertos en reparación de electrodomésticos, ignorar el mantenimiento del filtro puede generar problemas que cuestan entre 150 y 400 euros de reparación. Los daños más habituales empiezan con la avería de la bomba de desagüe, que se agota intentando mover agua a través de un filtro atascado. Cuando la bomba no puede trabajar correctamente, el motor de la lavadora sufre un sobreesfuerzo que puede acabar quemándolo. Además, la presión acumulada por la mala circulación del agua puede provocar fugas en juntas y sellos, mientras que la humedad estancada crea el ambiente perfecto para el crecimiento de moho y bacterias que después contaminan toda la ropa.

Para evitar olvidarse de esta tarea tan importante, los profesionales recomiendan vincularla a otras actividades rutinarias. Una buena estrategia es limpiar el filtro cuando cambias la hora de los relojes dos veces al año, o programar recordatorios digitales en el móvil cada dos o tres meses. También es especialmente importante revisar el filtro después de lavar artículos muy sucios como ropa de trabajo, mantas de mascotas o ropa de playa, ya que estos pueden dejar más residuos de lo normal. Lo más importante es crear un hábito que se adapte a tu ritmo de vida, porque la constancia es la clave para mantener la lavadora en buen estado.