Las elecciones del 2019 se resolvieron a Gràcia en un empate entre ERC y los comunes, aunque los de Ada Colau se impusieron, en principio, por  40 votos a los de Maragall. En principio, porque cuando se publicaron los datos definitivos en el BOE, se descubrió que, finalmente, el resultado había sido favorable a los republicanos. Y en este distrito que se debate entre fuerzas de izquierdas, el PSC de Jaume Collboni ha querido celebrar su segundo acto electoral para estas elecciones municipales invitando a la ministra de Defensa española, Margarita Robles, la preferida de los votantes del PP.

📅 Calendario de las Elecciones Municipales 2023 en Catalunya: cuando son, fechas clave y candidatos
📝Candidatos a las elecciones municipales 2023 en Barcelona: toda la lista

Puede parecer una elección curiosa, pero la socialista vino a vivir a Barcelona cuando solo era una niña de 11 años con su familia y aquí estudió la carrera de Derecho. Por todo ello, se ha reivindicado como barcelonesa, reclamando un retorno a la ciudad que ella conoció, siempre gobernada por los socialistas: "Necesitamos esta Barcelona, la necesita España. Una Barcelona de convivencia y de diálogo, donde la gente respete a la otra. Sin enfrentamientos estúpidos", ha clamado a quien ha sido uno de los miembros del Consejo de Ministros más crítico con el independentismo y que llegó a justificar el CatalanGate.

Robles ha insistido en este retorno a una Barcelona del PSC, que ha descrito como abierta el mundo y que hacía sentir orgullosos a sus vecinos cuando pronunciaban el nombre de su ciudad. "No quiero una Barcelona que pierde el tiempo en discusiones, quiero una Barcelona que construya", pedido Robles, dejando claro en el alcaldable que contará con todo el apoyo del Gobierno para conseguirlo, como demuestra el hecho que en estas dos semanas visitarán la capital catalana hasta una decena de ministros y que Pedro Sánchez la haya escogido para cerrar la campaña. Con todo, Robles también ha querido dedicar parte de su intervención a alabar Salvador Illa, compañero suyo de gabinete durante la crisis de la covid y que también ha participado en este acto. "Soy fan de Salvador Illa, llevaría una camiseta con su cara, pero también tendría que salir Jaume Collboni y los dos no caben", ha bromeado. El líder del PSC, por su parte, ha hecho un llamamiento a la máxima participación este 28-M.

Jaume Collboni se reivindica como única alternativa a Colau

Cuando ha llegado su turno, Collboni ha querido dejar claro, después de la encuesta del CIS que da como ganadora de las elecciones a la actual alcaldesa, que la candidatura de los socialistas es la única alternativa posible a Ada Colau: "Se puede hacer mejor, lo hicimos mejor, lo haremos mejor. La gente me pide que arreglemos la ciudad, que volvemos a hacer proximidad," ha lanzado. Durante este primer día de campaña, Collboni ha dejado claro que no la investirá ni a ella ni en el suyo otro rival, Xavier Trias, como alcaldes y que si no gana las elecciones, irá a la oposición.

Desde Gràcia, los reproches a la gestión de Ada Colau han sido constantes. La todavía concejala de su gobierno municipal, Laia Bonet, ha criticado el poco trabajo hecho en el distrito, comparándolo con el del Eixample: "Acabaremos creyendo que Barcelona en Comú es el Eixample en Comú", ha ironizado. Collboni también ha bromeado, asegurando que la alcaldesa vive "en una supermanzana constante", reprochándole que "hacer barrio no es gastarse todo el dinero en el centro para hacer propaganda política".

El alcaldable ha expuesto a los vecinos de Gràcia, uno de los barrios que más sufre la masificación turística, el ruido nocturno y los botellones, su propuesta por una nueva ordenanza cívica. Esta incluye subir las sanciones ante actos incívicos y también que estas se puedan pagar con trabajos sociales: "Que a quien hace una pintada la tenga que limpiar", ha resumido, una idea que ha sido bien recibida. Los socialistas se han propuesto como una de sus grandes prioridades volver a "ordenar la ciudad" después de que las encuestas sitúen la limpieza y la seguridad como las principales preocupaciones de los barceloneses.