Tal día como hoy del año 1962, hace 58 años, moría en el exilio de Ciudad de México quien fuera líder del PSOE y ministro de Hacienda, de Defensa, de Marina y Aire, y de Obras Públicas ―durante la II República española (1931-1939)― Indalecio Prieto Tuero. Nacido en Oviedo (1883) y criado en Bilbao, siempre se distinguió por su ideología nacionalista española, especialmente antibasquista y anticatalanista, que rozaba la obsesión. En un mitin del PSOE en Madrid (1936) proclamó: “Me siento profundamente español, llevo a España en el corazón y en el tuétano de mis huesos”.

Antes del golpe de estado de Primo de Rivera (1923), había sido concejal del Ayuntamiento de Bilbao por el PSOE. Precisamente la connivencia del PSOE con el régimen de Primo de Rivera (sería el único partido de tradición democrática que colaboraría con la dictadura) le ahorró el exilio. Durante esta etapa (1923-1930) cultivó amistades entre cierta oligarquía vasca que, después, le rendirían un beneficio personal extraordinario. En los comicios municipales de 1931 ―que provocaron la caída de la monarquía― el PSOE pagó la connivencia con la dictadura con unos paupérrimos resultados electorales.

Pero eso no fue impedimento para que fuera nombrado ministro de Hacienda del primer gobierno de la II República. Y en esta responsabilidad pilotó una trama político-financiera que provocó la bancarrota del Banco de Reus (primera entidad financiera del país, y el propietario de todos los bancos industriales catalanes). El Banco de Reus tenía varias sucursales en Reus, Girona, Barcelona, Tarragona, Tortosa y París. El 5 de julio de 1931, Prieto decretaba la retirada de todos los fondos estatales depositados en la entidad reusense, que provocaría la bancarrota de todo el grupo bancario dos días después (07/07/1931).

El pretexto que pretendía justificar aquella maniobra sería, sorprendentemente, la colaboración del Banco de Reus con el régimen dictatorial (1923-1930). Pero detrás de Prieto, la prensa de la época delataría y señalaría la figura del empresario vasco Horacio Echevarrieta, amigo personal del rey dimisionario Alfonso XIII, fundador de Iberdrola, de Astilleros Españoles y de la aeronáutica Iberia; y uno de los máximos accionistas de los bancos de Bilbao, de Vizcaya y de Santander. La desaparición del grupo bancario de Reus significó la pérdida total del poder financiero catalán, en beneficio de los bancos del norte de la península Ibérica.