Tal día como hoy del año 1906, hace 113 años, se inauguraba en Monzón (Aragón) el canal de Catalunya y Aragón, una infraestructura hídrica formada por el canal principal y catorce acequias que sumaba 617 kilómetros, y que, en el transcurso del tiempo, acabaría convirtiendo en tierra de regadío 105.000 hectáreas de secano (64.000 en las comarcas aragonesas de la Llitera, el Cinca Medio y el Baix Cinca y 41.000 en la comarca del Segrià, distribuidas en dieciséis municipios que verían transformada para siempre su fisonomía). Con la construcción y puesta en funcionamiento del canal de Catalunya y Aragón quedaba garantizada la irrigación de las llanuras occidentales del país, iniciada con el canal de Urgell (1862) que regaría 70.000 hectáreas de territorio de las comarcas del plano de Lleida.

La construcción del canal de Catalunya y Aragón era una vieja reivindicación de la sociedad del territorio. Durante la época medieval y moderna, las llanuras del Segrià y de la Llitera, en años de lluvia, habían sido uno de los graneros de Catalunya. Pero, en cambio, los episodios de sequía condenaban estos territorios a la ruina económica. Desde la centuria de 1500, los pueblos del sector occidental del Segrià y de la plana de la Llitera habían proyectado crear una red de irrigación similar a la que disponían los campesinos de Lleida o de Balaguer. Pero la falta de recursos impediría la transformación del proyecto. Incluso después de la sequía de 1750-1760, que provocaría un fuerte despoblamiento de la zona y una importante emigración hacia los extremos del país (planas del Empordà y curso bajo del Ebro).

Se inaugura el Canal de Catalunya y Aragón. Mapa de la zona irrigada (1906). Fuente Revista de Obras Públicas

Mapa de la zona irrigada (1906) / Fuente: Revista de Obras Públicas

Finalmente, después de que durante tres siglos largos el proyecto pasara por varias manos, sería el diputado republicano y federalista Joaquín Costa (Monzón, 1846 – Graus, 1911) ―conocido popularmente como el "león de Graus"― quien conseguiría involucrar al estado español. Se abandonarían los proyectos históricos de construcción de un canal de navegación, para ceñirlo estrictamente a las funciones de irrigación. Costa, que preconizaba superar el estadio tradicional "de africanización" de España, insistiría en impulsar la producción agraria como un medio de modernización social y económica: proponía transformar la masa jornalera en pequeñas explotaciones familiares propietarias y proponía, también, dotar los municipios de capacidad para gestionar y crear nuevos recursos agropecuarios.