Tal día como hoy del año 1931, hace 89 años, el Consell de la Generalitat aprobaba la constitución de la primera escuela universitaria de lengua catalana de la historia. Según la prensa de la época (La Vanguardia, edición del 23/10/1931), aquella escuela universitaria se situaría en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universitat de Barcelona, y aquel primer curso se impartiría tres veces por semana (lunes, miércoles y viernes, de siete a ocho de la noche). La publicación de esta ley informaba de que el filólogo Pompeu Fabra había sido nombrado director de aquellos nuevos estudios universitarios.

Aquella era la primera vez que la lengua catalana se impartiría como unos estudios de nivel superior. Anteriormente, la sociedad civil catalana (ateneos obreros, asociaciones culturales, mecenazgo de importantes personalidades) habían creado una red de estudios básicos. Y durante el gobierno de la Mancomunitat (1914-1923), se había creado la Escola de Gramàtica Catalana, de grado medio. Pero con el golpe de estado y la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) se prohibió y persiguió cualquier tipo de actividad cultural en catalán (pública o privada) “porque contribuye a deshacer la gran obra nacional”.

La creación de la Escola Universitària de Llengua Catalana estaba precedida por dos hechos fundamentales en la tarea de normalización del catalán: la publicación del primer tomo del Diccionari català-valencià-balear (1930), obra de Alcover y de Moll; y la ubicación del Institut d’Estudis Catalans en su definitiva sede de la calle del Carme de Barcelona (1930). La Escola Universitària de Llengua Catalana sería el precedente de los estudios universitarios de Filologia Catalana, y sería una pedrera de futuros maestros. Fue ilegalizada y liquidada después de la ocupación franquista de Barcelona (1939).