Tal día como hoy del año 1930, hace 87 años, se dictaba el indulto que amnistiaba a los diez miembros de Bandera Negra que 5 años antes –en mayo de 1925– habían llevado a cabo un atentado frustrado contra el rey Alfonso XIII conocido como el "Complot del Garraf". Esta acción se produjo en un escenario convulso fabricado por la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930). Una espiral de violencia alimentada por la durísima represión –de una brutalidad aterradora– contra la lengua y la cultura catalanas y contra las reivindicaciones de la clase trabajadora catalana. Ilegalización de partidos, sindicatos, entidades, asociaciones y ateneos. Y persecución, encarcelamiento –e incluso liquidación física– de líderes políticos y sindicales y de activistas culturales.

Bandera Negra –nombrada también Santa Germandat Catalana– era una organización armada y secreta creada el año 1925 por Estat Català. Su nombre se refería a la bandera negra que los defensores de Barcelona, durante el asedio de 1713-1714, enarbolaron en varios puntos de la muralla. Era una organización formada por una docena de miembros estables, inspirada en la estrategia combativa del Sinn Féin irlandés. El 29 de mayo Alfonso XIII estaba de visita oficial en Barcelona. Bandera Negra planeó lanzar un explosivo –camuflado en un ramo de flores– dentro del coche del rey. Finalmente, optó por, el 30 de mayo, colocar una potente carga explosiva sobre la línea férrea a su paso por el Garraf, que tenía el objetivo de hacer volar el tren en que viajaba el rey Alfonso XIII.

Alfonso XIII y Primo de Rivera wikimedia

Alfonso XIII y Primo de Rivera

La operación falló pero los servicios de información dirigidos por Milans del Bosch –capitán general de Catalunya y principal mano ejecutora de la represión dictatorial– detuvieron a siete miembros del pelotón. Las fuentes apuntan a una delación, probablemente del padre de uno de los miembros, que no aprobaba la implicación de su hijo. Los miembros más destacados del pelotón eran Jaume Compte (Castelló d'Empúries, 1897), muerto durante los hechos del 6 de octubre de 1934 por las cargas de la artillería del ejército español sobre la sede del sindicato CADCI; y Miquel Badia (Torregrossa, 1906), asesinado en 1936, según algunas fuentes, por falangistas disfrazados de anarquistas. Con la caída de la dictadura de Primo de Rivera (1930) el gobierno de Madrid dictaría el indulto.