Tal día como hoy del año 1971, hace 40 años, en Puerto Real (Cádiz, Andalucía) la policía detenía a Manuel Delgado Villegas, alias El Arropiero, considerado el mayor asesino en serie de la historia peninsular. Cuando fue detenido, confesó que entre 1964 y 1971 había cometido cuarenta y ocho asesinatos; la policía lo acusó de veintidós muertes violentas (algunas con el agravante de necrofilia) y la justicia, por falta de pruebas, sólo le pudo imputar la comisión de siete homicidios. De un total de siete homicidios probados, tres los cometió en Catalunya (Mataró, Barcelona y Sitges), que era donde había empezado su carrera criminal.

El Arriopiero había nacido en Sevilla el 25 de enero de 1943, en plena posguerra, en una familia muy humilde. Su madre murió durante el parto, y él y su hermana fueron criados por una abuela. Según la prensa de la época, el sobrenombre lo había heredado de su padre, que se dedicaba a la venta ambulante de arrope (un jarabe de mosto con trozos de fruta cocida que se unta en pan y que es muy popular en Andalucía). Según la misma prensa, posteriormente a su detención fue sometido a varias pruebas y los investigadores concluyeron que sufría una alteración genética llamada síndrome XYY (conocida también, en aquella época, como el "síndrome del superhombre").

Esta enfermedad sería causada por la presencia de un tercer cromosoma sexual y, en su caso, se había manifestado en una ligera discapacidad intelectual y unos impulsos sexuales y criminales brutales e irrefrenables. Su abogado defensor diría que "era una verdadera amenaza para la sociedad", y que "si lo soltaban, no tardaría ni un solo día en cometer otro crimen". Después de estar recluido en prisión preventiva durante dos años (1971-1973), fue internado en el Sanatorio Psiquiátrico de Fontcalent (Alacant). Allí moriría veinticinco años más tarde (1998), a causa de una enfermedad provocada por el tabaquismo y convertido en el "Robinson Crusoe del loquero".