Tal día como hoy del año 1590, hace 432 años, en Nápoles (entonces reino de Nápoles, integrante de la Corona catalanoaragonesa que formaba parte del edificio político hispánico); se perpetraba el asesinato de María de Ávalos y de Fabrizio Caraffa, mientras mantenían relaciones sexuales. Según las fuentes documentales; María, de veinticuatro años de edad, casada, y considerada la mujer más bella de Nápoles; mantenía una relación extraconyugal con Fabrizio. I Carlo Gesualdo, marido de María, que sospechaba que su esposa le era infiel, irrumpió por sorpresa en la alcoba conyugal, con tres criados armados, y ordenó disparar a bocajarro contra la pareja que yacía sobre la cama.
Como resultado de aquel asalto, murieron María y Fabrizio. Incluso, las fuentes documentales relatan que María, en un primer instante, habría quedado malherida, y el esposo, pretendidamente ofendido la habría rematado con una alabarda (una lanza-hacha). Aquel crimen generó un gran debate social.Los Ávalos (de origen valenciano), los Caraffa (de origen romano), y los Gesualdo (de origen napolitano), que formaban parte de las élites urbanas napolitanas; despertaron, cada uno por su lado, la solidaridad y la adhesión de una parte de las oligarquías de la ciudad y el reino. Y acto seguido estalló una guerra urbana que implicó a casi todas las familias de la nobleza local.
Aquel doble asesinato generó un debate sobre el grado de responsabilidad del amante furtivo (que, según la costumbre napolitana, tenía que morir, pero que, según la consuetud catalana y romana, se resolvía con unos azotes); pero no de la mujer adúltera (que siempre se consideraba que era merecedora de la muerte). Aquellos enfrentamientos —donde participaron cofradías religiosas secretas embrionarias del fenómeno de la Camorra—, sembraron la ciudad de cadáveres, y pusieron de relieve que desde la muerte de Fernando el Católico (1516) —el último rey del Casal de Barcelona— las oligarquías napolitanas habían entrado en una profunda crisis económica que había generado un gran descontento.