Si hay algún sorteo en el mundo del fútbol, y en el de los aficionados del Fútbol Club Barcelona especialmente, que se espera anualmente con interés es el de la Champions League, que este año ha deparado, en la primera fase de liga, unos rivales razonables para pasar a las eliminatorias posibles de octavos, cuartos, semifinales y la soñada final. El Barça jugará fuera de casa frente al Chelsea, Brujas, Slavia de Praga y Newcastle y recibirá en su estadio al PSG de Luis Enrique y vigente campeón, al Eintracht, Olympiakos y al Copenhague. Con un equipo, al menos hasta el día de hoy, más competitivo que el del año pasado, los de Hansi Flick aspiran a lograr su sexta Champions el sábado 30 de mayo en Budapest y romper la racha de once temporadas, desde la 2014-2015 con el asturiano Luis Enrique en el banquillo, sin el trofeo de la máxima competición de clubes.

Aunque en el trepidante mundo del fútbol todo lo que lo envuelve adquiere, por momentos, tintes a veces trágicos y calamitosos y en otras ocasiones eufóricos y placenteros, la temporada que le espera al F.C. Barcelona es, por diferentes motivos, de las muy importantes. En el terreno deportivo, el club aspira, lógicamente, a las tres competiciones. En dos de ellas, liga y copa, es el principal favorito y en la Champions está entre los cuatro favoritos, junto al PSG, el Liverpool y el Real Madrid, con el que siempre hay que contar en esta competición. Después, en la primavera, veremos cuáles son los resultados, pero que en tan poco tiempo el club le haya dado la vuelta a una situación deportiva dramática es algo que ningún barcelonista debería olvidar.

El Barça en la Champions está entre los cuatro favoritos. Que en tan poco tiempo el club le haya dado la vuelta a una situación deportiva dramática es algo que ningún barcelonista debería olvidar

Pero este curso el club va a tener que encarar dos retos más. El primero es el retorno al Camp Nou, después de la profunda remodelación del estadio que, en agosto de 2026, tendrá 105.000 espectadores. Será un retorno escalonado a partir de este mes de septiembre si el club logra completar todos los permisos municipales para contar con el correspondiente visto bueno de los técnicos municipales del Ayuntamiento de Barcelona. El Barça ha trabajado a contrarreloj y en unas condiciones nada fáciles, ahora falta saber el día exacto del retorno con una primera fase de 27.000 asistentes en las zonas del gol sur y tribuna. Posteriormente, se sumará el lateral y el aforo se incrementará hasta las 45.000 personas y de ahí a las 60.000 personas con la apertura del gol norte.

Junto al nuevo Spotify Camp Nou, este será año electoral en el Barça, seguramente a final de temporada. Mucho se le tendrían que torcer las cosas a la directiva encabezada por Joan Laporta para no poder repetir cinco años más en el cargo, completando así cuatro mandatos diferentes en dos etapas, 2003-2010 y la segunda vez desde 2021. A su favor juega haber sacado al club del agujero negro en el que estaba tanto deportiva como económicamente, y un estadio nuevo. Es cierto que la más renqueante es la parte económica, como se ve con las dificultades para inscribir jugadores fichados, pero es indiscutible que hoy se está mejor que en 2021, la plantilla vale más que en aquel momento y el futuro ha dejado de ser absolutamente pesimista como lo era entonces. Pero en el mundo del fútbol, ya se sabe, la pelota tiene que entrar y veremos qué nos depara la presente temporada.