Ha fallecido a la edad de 71 años en su casa de Teià, en el Maresme, Toni Batllori, dibujante, o mejor dicho ninotaire, irrepetible, dotado de una habilidad fuera de lo común a la hora de retratar en tan solo cuatro viñetas la información política más destacada de la jornada. Sus Ninots no eran tan solo una tira de sátira política. Eso lo han hecho otros antes y muchos más los seguirán haciendo. Batllori aparecía a media tarde, primero en la redacción del carrer Pelai y más tarde en la Diagonal, y en no más de dos horas hacía el editorial de la sección de política de La Vanguardia, que acababa siendo el editorial del diario.

No era extraño ver a los políticos más preocupados por los dibujos del Batllori que por las informaciones que iban debajo de su tira. Cuando Alfredo Abián me propuso incorporarlo a la sección de Política en 1994 y que hiciera una tira diaria, fue toda una novedad en la prensa barcelonesa de aquellos momentos. Trabajar con él era enormemente fácil, como pudieron comprobar años después los periodistas que a diario siguieron haciéndolo y con los que debatía e incluso mejoraba su información. De todos ellos, Jordi Barbeta era el más admirado y querido por Batllori. Son los años del diario en catalán, en que el periódico hace una apuesta por la lengua pero también por intentar arraigarse en el catalanismo.

Los Ninots de Batllori tenían una gran ventaja: todo el mundo los entendía. Era ahí donde más se observaba su cultura política y su inteligencia. Era incisivo, no ofensivo; era agudo, no ácido; era mordaz, no adulador. Un gigante con la plumilla y un escritor conciso y capaz de encontrar las palabras adecuadas. Su fama le llegó muy pronto y rápidamente los políticos, pero también los periodistas y la gente en general, empezaron a comentar: "Has visto el Batllori". No conozco a casi ninguna de las personalidades públicas relevantes, en los años que yo era el encargado de recibir las peticiones, que en un momento u otro no pidieran si podían tener alguno de sus dibujos porque eran el protagonista.

Empezó sus Ninots en 1994 con la generación de los Jordi Pujol, Felipe González, José María Aznar, Miquel Roca, Macià Alavedra, Josep Maria Cullell,  Artur Mas, Pasqual Maragall, Joaquim Nadal, Raimon Obiols, Joan Reventós, Aleix Vidal-Quadras y Jorge Fernández. Y por sus viñetas han desfilado todos los que algo han sido en el mundo de la política. Entre su primer dibujo, el 15 de octubre de 1969 en Patufet, y el último de este sábado 7 de enero de 2023, han transcurrido más de 54 años. Una vida en la que se ha ganado el respeto y la admiración de todos. Solo recuerdo un día un malhumorado Aznar al otro lado del teléfono protestando por una tira de la guerra de Irak. Y se ha ido, con su pincel y sus tirantes, con la misma discreción y elegancia con la que llegaba cada día al diario.