La renuncia a su militancia en el partido de Leire Díez, la fontanera jefe del PSOE que aparece en diversos audios haciendo gestiones contra mandos de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investigaban al entorno de Pedro Sánchez, tiene todos los visos de ser una cosa acordada. Este miércoles, comparecerá en conferencia de prensa para intentar contener los daños personales y los de los socialistas, en el ojo del huracán de un escándalo notable en el que Díez es la protagonista de unos audios inauditos, en los que ofrecía a personas diferentes reuniones y acuerdos con la Abogacía y la Fiscalía del Estado, a cambio de información comprometedora contra un alto mando de la UCO. A la vista de lo que ya se conoce, porque han sido ampliamente divulgados, los protagonistas han decidido limitarse a colocar un torniquete que saben que no va a curar la herida, pero que puede contener la hemorragia. Pero sabiendo que las directrices quirúrgicas y la mayoría de los resultados obtenidos en estudios de tipo clínico recomiendan un tiempo operativo de torniquete no superior a los 60-90 min con el objetivo de que el uso de este método sea seguro. O sea, tiene una fecha relativamente rápida, ya que si el torniquete revienta se puede reanudar el sangrado.

Leire no es una víctima, ni es una simple militante. Ella misma, sutilmente, se encargó de dejarlo claro cuando, en unas declaraciones explicando su renuncia a la militancia, aseguró que había trasladado personalmente al secretario de organización del partido, Santos Cerdán, su intención de pedir la baja del PSOE y los motivos que le habían llevado a ello. Hace una semana, el propio Santos declaraba que Leire Díez era una militante que no tenía nada que ver con Ferraz. Si así fuera, la baja la habría enviado por correo y las conversaciones para su renuncia hubieran sido a otro nivel. No hay que perder, por tanto, mucho más tiempo: ha sido una pieza clave de Santos Cerdán, él mismo le facilitaba directamente entradas en muchos despachos y hay documentación de sobras que lo sustenta. De este hilo, es mejor que el secretario de organización no trate de estirar, ya que todos los personajes implicados en esta historia son turbios y la manera de actuar denunciable. Ahí está el caso del vídeo sexual ofrecido por Leire Díez a algunos medios sobre José Grinda, fiscal Anticorrupción que acusa a Pérez Dolset y que ha liderado investigaciones como la de la operación Catalunya o el caso del 3%, para denigrarlo.

El silencio de Sánchez ha enervado a sus socios, que le han pedido, junto al PP y Vox, su comparecencia en el Congreso

Un ejemplo más de hasta donde le llega el agua al cuello al PSOE es la participación de varios ministros en la manipulación de un bulo que laSexta Noticias divulgó en un informativo, que incluía mensajes de WhatsApp en los que, supuestamente, un capitán de la UCO fantaseaba con la muerte de Sánchez y una bomba lapa en los bajos de su coche. La noticia era justamente a la inversa y era el miembro de la UCO quien expresaba el temor que tenía porque algún sicario venezolano contratado por el Gobierno les pusiera a ellos una bomba lapa en el coche. LaSexta Noticias reconoció su error y se disculpó su presentador, señalando en las redes sociales que fue un error incomprensible y que lo sentía en el alma. "Es una mierda. Pero es lo que ha pasado", concluía. Los ministros han seguido sin rectificar y la ministra portavoz, una de las que se hizo eco, hablando este martes en nombre del Gobierno, ofreció unas explicaciones como tomando al personal por tonto: "Nosotros nos hacemos eco de una información. Es verdad que posteriormente algún medio ha considerado que se podía interpretar de otra manera. Que los árboles tampoco nos impidan ver el bosque".

A todo eso, Pedro Sánchez sigue guardando silencio sobre el tema. Lo ha rehuido en sus comparecencias públicas y su discreción ha enervado a sus socios, que le han pedido, junto al PP y Vox, su comparecencia en el Congreso. En la reclamación han estado Junts, Esquerra y Podemos, aunque si Sánchez quiere no será ni mucho menos rápida. Los mecanismos y triquiñuelas legislativas le permitirán demorar su tramitación en la Mesa del Congreso, donde el PSOE y Sumar tienen mayoría absoluta y pueden ordenar la actividad parlamentaria a su gusto. Están también las vacaciones parlamentarias y a poco se pongan a ello y expriman los reglamentos, Pedro Sánchez acabará yendo a las Cortes para rendir cuentas sobre el caso Leire en septiembre. Que a nadie le extrañe que así sea. Sería un error, ya que la percepción de que se esconde se ampliaría aún más y la idea del agua al cuello que va subiendo y subiendo se haría más evidente. Pero a estas alturas, tampoco sé cuando le preocupa eso.