92.946 accionistas, un 71% del capital del Sabadell y un 75% de los que tienen derecho al voto, están representados en la junta general de accionistas extraordinaria que ha votado este miércoles sobre la venta de TSB al Santander con un clamoroso 99,6% de apoyo y ni una sola abstención o voto en contra entre los 500 presentes en la Fira de Sabadell. Se trata de una representación récord en los últimos 20 años en el banco.
Después de la primera sesión obligada por la ley de opas que se celebra desde las 10 h y que culminará con la votación sobre la venta por 3.361 millones de euros, se celebrará una segunda a las 13 h del mediodía con el fin de aprobar el dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros, el mayor aprobado en la historia del banco.
Antes de la votación, los accionistas han preguntado sobre la opa hostil del BBVA contra el Sabadell, aunque estaba fuera del orden del día, y los dirigentes del banco han tratado de disuadir con sus argumentos. Aunque se trata de una operación independiente a la opa, el apoyo masivo a las decisiones del banco en solitario aumentan la presión sobre un BBVA que debe decidir si mantiene su oferta, la aumenta o se retira de la opa.
Con respecto a la venta del banco británico, el Sabadell se compromete a no operar en el Reino Unido para competir con el TSB en los próximos dos años y ninguna sociedad del Sabadell contratará trabajadores del TSB durante este periodo. El cierre de la venta se concretará el último día del mes en que se cumpla la última condición suspensiva, previsiblemente al cierre del primer trimestre del 2026. Estas condiciones no se aplicarán al BBVA en caso de que se apruebe la opa, pero la venta no se ve afectada por el intento de compra del banco bilbaíno.
Si llegado el día 1 de julio del próximo año no se han cumplido todas las condiciones, el Sabadell y Santander pueden pactar ampliar el plazo para cerrar la operación.
Oliu ha defendido que la operación es "beneficiosa" porque "es una oportunidad de realización de valor" por el banco y también "permite volver capital a los accionistas" y poner "más foco en España, donde el banco tiene más potencial de crecimiento." Además, "reduce la complejidad reguladora" que suponía para el Sabadell operar en Europa y en el Reino Unido en el escenario posterior al brexit.