Renfe ha recuperado el permiso para circular en Francia después de que la Agencia Ferroviaria Europea (AFE) le haya concedido el certificado de seguridad que necesita para poder operar en territorio francés. Así, la AFE ha podido comprobar que cumple la normativa de seguridad después de haber superado las exigencias de la Agencia de Seguridad Francesa (EPSF). El visto bueno de la AFE ha permitido a la empresa ferroviaria española recuperar la conexión con Francia. Y se ha marcado como objetivo volver a ofrecer 14 frecuencias Barcelona-Lyon y 14 más entre la capital catalana y Marsella antes del verano. Renfe tiene previsto empezar los primeros viajes en fase de pruebas y con los trenes vacíos a partir del 16 de enero.

Pues bien, SNCF Reseau ya ha detallado cómo serán las operaciones de la compañía entre Barcelona y Lyon y Barcelona y Marsella. En total, serán dos trenes diarios en cada una de las líneas. El retorno a la red vial francesa, sin embargo, se llevará a cabo en dos fases. En la primera, circularán convoyes en días alternos, hasta seis trayectos semanales (12 en total). Posteriormente, en una segunda fase, las dos líneas ofrecerán un viaje diario por sentido hasta las 28 frecuencias semanales.

Antes de poder empezar las operaciones comerciales en las dos líneas, la empresa ferroviaria tiene que formar a los maquinistas y el personal de intervención. Entre el primer colectivo, ya hay los primeros trabajadores habilitados, mientras que el resto lo harán de forma progresiva durante las próximas semanas. Y el personal de intervención ya ha completado la formación y habilitación requeridas. Paralelamente, Renfe también empezará este enero los trámites por abrir una sede en Francia. Una apertura que necesita la autorización del Ministerio de Hacienda, y el Centro de Gestión de Operaciones estará en Barcelona.

Renfe recupera el permiso para operar en Francia

El inicio de las operaciones de Renfe en solitario en Francia llegará después de la ruptura el pasado 10 de diciembre de la alianza con SNCF mediante la sociedad Elipsos, que en los próximos meses quedará disuelta. La compañía española ha vuelto a reprochar a la francesa que tomara esta decisión "unilateral" una vez Ouigo, filial de SNCF, ya está "consolidada" en el Estado.

"La compañía francesa sabía que ellos podían operar en solitario y Renfe todavía no. Se trata de una decisión exclusivamente estratégica y no pueden aducirse motivos económicos", insisten desde Renfe, en que añade que a corto y medio plazo las dos sociedades "estaban en condiciones de obtener el equilibrio financiero". Y la SNCF respondió hace unos días que no podían mantener la cooperación porque la sociedad sumó unas pérdidas de diez millones de euros en una década y señaló que el único trayecto rentable era el Barcelona-París, que ahora ofrece en solitario la compañía francesa.