Real Madrid o Liverpool. Uno de los dos se enamorará de Kiev después de este fin de semana. La final de la Champions League (20.45 horas / TV3 y Antena 3) volverá a parar el planeta fútbol durante dos horas para decidir el destino de una copa que aprovechará el verano para recargar energías. Antes, sin embargo, vivirá la noche más intensa de la temporada.
La experiencia es un grado
Tercera final de Champions consecutiva para el Madrid. El equipo blanco ha convertido en una maravillosa rutina levantar orejudas. Ya lleva doce y busca la decimotercera. Nadie resiste sus números en Europa. El himno de la competición transforma el carácter de unos jugadores empujados por un escudo que se ha diluido en la Copa y a la Liga.
La temporada del Madrid, una vez más, está condicionada por la ficha de la Champions. Ganar la final supone teñir de dorado un año mediocre. París Saint-Gernain, Juventus de Turín y Bayern de Munich han sido los rivales de un equipo que ha ido hinchando el pecho con el paso de las eliminatorias.
Zinedine Zidane parecía que tenía una plantilla prácticamente deprimida cuándo el sorteo cruzó su camino con el PSG en los octavos de final. Una exhibición contra los franceses en el partido de vuelta transformó a los blancos para acabar eliminando, con polémica, a la Juventus y al Bayern. El Liverpool es el último obstáculo del Madrid para alimentar su leyenda y difuminar el doblete del Barça.
La alineación de Zidane parece cantada. El entrenador francés no tiene ningún contratiempo para repetir el mismo once de la final de Cardiff. Cristiano Ronaldo y sus 15 goles volverán a liderar un equipo capitaneado por Sergio Ramos. Isco Alarcón será el cuarto mediocampista y la única duda es saber quién hará de segundo delantero: Karim Benzema o Gareth Bale.
Todos los ojos pintiparados en Salah
El proyecto de Jürgen Klopp pasa la prueba más exigente. El técnico alemán asumió el reto de devolverle al Liverpool una gloria demasiado pretérita. Y en poco más de dos años y medio ya lo ha conseguido. Poco a poco ha ido construyendo un equipo de especialistas para explotar su juego.
Su Liverpool se caracteriza por aceptar el cuerpo a cuerpo y explotar los espacios con contragolpes masificados. Si no igualas su intensidad, los ingleses te pasan por encima. Klopp, un estudioso de fútbol vistoso, ya sabe qué es tumbar al Madrid con el Borussia Dortmund. Para hacerlo en Kiev necesitará la mejor versión de su jugador más determinante: Mohamed Salah.
El delantero egipcio, mejor jugador de la temporada en Inglaterra y máximo goleador de la Premier League, es el gran argumento del Liverpool en ataque, junto con Sadio Mané y Roberto Firmino. Los tres futbolistas forman uno de los tridentes más verticales de Europa. Salah interrumpirá el Ramadán para estar en perfectas condiciones en el partido más importando de la historia reciente de un Liverpool que no jugaba una final de la Champions desde el 2007.
El once de Klopp no presentará ningún cambio. James Milner se ha recuperado a tiempo y acompañará al capitán Jordan Henderson y a Georginio Wijnaldum en el medio del campo. El punto débil del equipo es una defensa que cuenta con dos jóvenes en los laterales (Andrew Robertson y Alexader-Arnold) y un central que genera muchas dudas como Dejan Lovren. El portero Loris Karius tampoco es ninguna garantía.
El Liverpool tendrá opciones si el partido es alocado y se juega en las áreas. Así es como ha conseguido eliminar al Oporto, al Manchester City y a la Roma. Si el Madrid es capaz de imponer su ritmo y esconder la pelota tendrá medio título en el bolsillo.