El expresidente del FC Barcelona Sandro Rosell ha declarado, este jueves, como investigado ante la magistrada del caso Negreira y ha manifestado que el Barça lo ganaba todo en Europa porque tenía a Messi, a Piqué y un equipazo, no por supuestamente pagar a árbitros, según han explicado fuentes judiciales. La Fiscalía Anticorrupción acusa a Rosell, al expresidente Josep Maria Bartomeu, a dos exdirectivos, y al FC Barcelona de los delitos de corrupción en el deporte, falsedad documental y administración desleal por haber pagado unos 7,8 millones de euros al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), José María Enríquez Negreira, y a su hijo, Javier, entre los años 2011 en el 2018, y fueron justificados porque les hacían informes sobre árbitros.

Rosell -medio convaleciente, al haber sido operado de una hernia hace una semana- solo ha contestado a las preguntas de su abogado, Pau Molins. En concreto, el expresidente del Barça ha explicado que los pagos a Negreira y a Enriquez se hacían por anteriores directivas y que los mantuvo en su mandato (2010 en el 2014) porque eran de interés.

Pagos heredados

Bartomeu, defendido por Josep Maria Fuster-Fabra, también ha negado cualquier ilegalidad ante la jueza, y ha añadido que los pagos eran "heredados" de otras juntas, y que en su mandato (2014-2020), al final, el 2018 dejaron de pagar por los informes porque el club tuvo recortes en todos los ámbitos. 

Josep Maria Bartomeu, atiende a los medios de comunicación, en salir del juzgado

Al salir de los juzgados, Bartomeu también ha asegurado que el Barça tenía un gran equipo y que no tenían ninguna necesidad que pagar a los árbitros para ganar. "Ha quedado claro que tantas informaciones como han salido de los arbitrajes no tiene sentido y, además, con el equipo que teníamos. El Barça ha tenido con Messi el mejor equipo del mundo y no hacía falta ninguna ayuda arbitral",  ha declarado Bartomeu a los medios de comunicación.

Los exdirectivos  del Barça Albert Soler i Òscar Grau también han insistido a la juez que los pagos eran para tener informes de los árbitros, nada más. En concreto, Soler, defendido por el penalista Miguel Capuz, ha declarado a la jueza que él recibía los informes sobre los árbitros y que los enviaba en la Ciudad Deportiva, y que desde allá ninguna persona del primer equipo del Barça no le requirió que no lo hiciera más, y que, por lo tanto, interpretó que eran útiles.

Los pagos a Negreira se hicieron des la época de Joan Gaspart, pero la acción -si al final es delictiva- está prescrita penalmente, como en el caso del primer mandato de Joan Laporta. Precisamente, la titular del juzgado de instrucción 1 de Barcelona, Alejandra Gil,  ha citado Laporta para que declare como testigo, el 12 de diciembre. También ha citado a los que fueron entrenadores del club azulgrana Ernesto Valverde y Luís Enrique para que expliquen si vieron estos informes de los árbitros, a petición de los fiscales anticorrupción Luis García Canton Ricardo Sanz-Gadea.

El hijo de Negreira, enfadado

Javier Enríquez Romero, hijo de Negreira, es el único que como investigado ha contestado a las preguntas del fiscal y la magistrada. Ha asegurado que él no sabía que su padre también asesoraba el Barça, y que se discutieron por eso porque el progenitor tenía un cargo oficial y que no era ético. No obstante, padre e hijo continuaron cobrando del club.

Enríquez también ha confirmado que sus informes eran profesionales y que los entregaba en mano a Josep Contreras, excàrrec del club muerto el 2022, y que desconocía que Contreras se quedaba un porcentaje de los pagos que hacía el club azulgrana por los informes. Enríquez, además, ha indicado que hacía asesoramiento a otros clubes de fútbol, como por ejemplo el Vila-real, y que acompañaba a los árbitros en los campos, como una acción personal suya.