Especialistas en infecciones de transmisión sexual alertan del incremento de los diagnósticos del virus del papiloma humano y de las lesiones asociadas entre los hombres mayores de 45 años y, especialmente, entre los de 60 y 70. Se trata de unas generaciones que no han sido protegidas por la vacunación sistemática del VPH y que, a la vez, con los nuevos tiempos han vivido cambios en su conducta sexual, con un aumento exponencial de contactos y relaciones esporádicas tras un divorcio o el fin de una relación larga. Considerado históricamente como una afectación de las mujeres, los nuevos datos indican todo lo contrario: actualmente la prevalencia del VPH entre los hombres es de un 45,8% mientras que, entre el sexo femenino, se sitúa en el 40,1%.
El doctor Álvaro Vives, jefe de la Unidad de Infecciones de Transmisión Sexual de la Fundació Puigvert, explica en una nota informativa que “cada vez es más frecuente, tras romper una relación larga, mantener múltiples contactos sexuales, participar en parejas abiertas, utilizar aplicaciones para conocer gente o frecuentar lugares de intercambio”. La principal vía de contagio es la sexual, esencialmente por penetración vaginal o anal, pero también por contacto piel con piel de la zona genital o por sexo oral. “La monogamia se ha acabado y mucha gente se separa alrededor de los 50 años y se junta con otras personas que por edad a veces tampoco están vacunadas, de manera que crece el riesgo de infección”, apunta el doctor.
Estos factores multiplican el riesgo de una infección del virus del papiloma humano, que puede propiciar patologías como verrugas genitales y el cáncer de cuello de útero, anal, de pene o de cabeza y cuello —la infección es asintomática en el 80% de los casos, pero la enfermedad puede aparecer al cabo de 4 o 6 años—. La incidencia de este último tipo de tumores se está incrementando mucho entre los hombres de 60-70 años, mayoritariamente heterosexuales, y se prevé que en 2030 se diagnostiquen más de un millón de casos nuevos al año
En este contexto, el especialista descarta una vacunación masiva de todos los hombres de más de 45 años, pero sí recomienda que, en el caso de que dejen de tener una pareja estable y puedan tener rutinas sexuales consideradas de riesgo, consulten a un especialista si convendría inmunizarse. “Hay que evaluar caso por caso, en función del comportamiento sexual de cada persona”, señala el doctor Vives en declaraciones a EFE.
La vacunación del VPH se incluyó en el calendario oficial hace diecisiete años para las niñas de entre 9 y 14 años, ya que este virus causa más del 90% de los casos de cáncer de cuello de útero. Ahora bien, los chicos también pueden transmitir e infectarse con el VPH y desarrollar cánceres como el de ano, pene y orofaringe, así como verrugas genitales no cancerosas, y por ello desde el curso 2022-23 se vacuna también de forma sistemática a los niños de entre 11 y 12 años (6º de primaria). Además, se ha establecido una campaña de repesca con una única dosis dirigida a todos los chicos de hasta 18 años (nacidos a partir de 2007) y las chicas de hasta 24 años (nacidas a partir de 2001). Unas medidas que buscan proteger a las generaciones más jóvenes.
Consejo médico: preservativo y educación sexual
Además de la vacunación, los especialistas recuerdan que la educación sexual es la prevención más segura y abogan por concienciar a la población de que el uso del preservativo es la barrera más consistente para las infecciones de transmisión sexual. “La educación sexual en las escuelas e institutos es fundamental y no puede quedarse solo en enseñar cómo se coloca un preservativo, debe ir más allá y se debe dar a conocer qué infecciones se pueden transmitir cuando se es una persona sexualmente activa y a dónde pueden acudir para hacer cualquier tipo de consulta o revisión. Se debe educar en positivo, sin estigmatizar”, remarca el doctor Vives.