El Real Madrid ha arrancado la temporada por todo lo alto. Pleno de victorias durante las tres primeras jornadas de la temporada con una plantilla joven y en la que los futbolistas con proyección de futuro van ganando cada vez más protagonismo, aunque bajo la tutela de los veteranos. Sin embargo, a veces no es fácil aceptar un cambio de rol y hay a quien le está costando aceptar la pérdida de minutos, como es el caso de Luka Modric.

Modric ha pasado a segundo plano

El cambio de rol de Modric en el Real Madrid es evidente. Es uno de los jugadores más importantes de la historia del club y eso es indiscutible, pero es hora de que la leyenda deje paso a los jugadores de futuro y, sobre todo, de presente. Esto está quedando muy patente durante el inicio de la temporada: es el único mediocampista que no ha tenido ninguna titularidad en las tres primeras jornadas.

Luka Modric con rostro serio en el banquillo / Foto: Europa Press
Luka Modric con rostro serio en el banquillo / Foto: Europa Press

El pasado mes de junio, Modric firmó una ampliación de contrato de un año más en el club de su vida. El futbolista croata de 37 años quiere seguir en el fútbol de élite y marcharse a una liga menos competitiva no entra en sus planes, al menos no de momento. Sin embargo, salta a la vista que su papel en el verde ha cambiado de arriba abajo.

Carlo Ancelotti dispone actualmente de seis mediocampistas, dejando de lado a Dani Ceballos, que está lesionado. El técnico italiano se ha decantado por una medular rejuvenecida, con Aurélien Tchouameni, Fede Valverde, Eduardo Camavinga y Jude Bellingham como piezas habituales. Sin embargo, Modric sigue siendo una opción de calidad para Ancelotti. De hecho, recurrió a él durante el partido contra el Celta, cuando el marcador todavía mostraba un empate a 0. Todo esto, sin embargo, podría no ser suficiente para el croata.

Jude Bellingham celebrando el segundo gol del Real Madrid / Foto: Europa Press
Jude Bellingham celebrando un gol del Real Madrid / Foto: Europa Press

Modric se deja querer

Aunque el deseo de Modric es seguir haciendo historia en el club de su vida, su prioridad es jugarlo y ganarlo todo. Si todo sigue así, la falta de minutos podría cambiarlo todo. El croata quiere seguir jugando a su máximo nivel con un objetivo en mente: la Eurocopa del 2024. Llegar a levantar un título con su selección es lo único que le queda para hacer, y esta cita será, probablemente, su última gran competición internacional.

La falta de minutos en el club podría poner en jaque su papel en la selección, la gota que colmaría el vaso. Modric tiene sobre la mesa una oferta astronómica de Arabia Saudí: 200 millones. En un primer momento, la rechazó, pero la oferta ha ido subiendo y, aunque Florentino Pérez no ha entrado en las negociaciones, tampoco ha cerrado ninguna puerta. El mercado en Arabia Saudí cierra el 20 de septiembre, así que el protagonismo que Ancelotti esté dispuesto a dar a su mejor mediocampista durante las próximas jornadas será clave para la decisión final sobre su futuro.