Parecía que 'la flor de Zidane' se había marchitado, que al Real Madrid se le había acabado la suerte de tanto abrazarse a ella, pero esta tarde se ha demostrado en el Sánchez Pizjuán de Sevilla que no, y justamente cuando más cuestionado está el técnico francés, con la soga al cuello.
Los jugadores del Madrid, celebrando el gol de la victoria contra el Sevilla / EFE
Y es que el Real Madrid se ha impuesto al Sevilla gracias a un gol de rebote, casi cómico, en el que otro remate al limbo de Vinícius ha terminado al fondo de las redes en rebotar en el cuerpo Bono, portero que esta tarde no ha tenido ni mucho menos su mejor actuación.
En la previa, los números decían que Lopetegui nunca le había ganado a 'su' Madrid y que Zidane nunca había encadenado cuatro jornadas de Liga sin ganar. Aunque digan que las estadísticas están para romperse, lo habitual es que éstas se cumplan, y más si a la renacida 'flor de Zidane' se le une un Sevilla lento y apático que ha demostrado que la goleada encajada contra el Chelsea (0-4) no se debió solo a la multitud de rotaciones que hizo Lopetegui.
Primera parte propicia para la siesta
Zidane ha apostado por el 4-3-3, con Vinícius y Rodrygo en los extremos, y la jugada le ha salido bastante bien, ya que los dos brasileños han capitaneado prácticamente todas las jugadas de ataque del Madrid, ante unos Aleix Vidal y Jesús Navas muy poco explosivos. Antes del primer minuto de juego, de hecho, Vinícius ha tenido una de las mejores ocasiones de la primera mitad, pero su disparo raso y cruzado ha salido fuera. Poco después, la jugada de ataque de los blancos la ha generado Bono, el portero del Sevilla, con un error grosero que el Madrid no ha sabido aprovechar (5').
Casemiro y Jordán, disputando un balón en el Sevilla-Real Madrid de esta tarde / EFE
A partir de este momento, el Sevilla ha logrado calmar las aguas, aunque sin ritmo de juego, lento y previsible, lo que ha convertido el partido en un espectáculo plano y aburrido en el que no pasaba absolutamente nada. Ante un Sevilla apático, el Madrid ha decidido tomárselo con calma, arroparse antes que ir a por el 0-1, esperando que alguna acción aislada le valiera para inquietar a Bono. En el minuto 21, Kroos lo ha intentado con una rosca envenenada que ha rozado la escuadra, y no ha sido hasta el 35' cuando los blancos han sido capaces de generar una ocasión muy clara. Acción rápida por la banda derecha, Vinícius deja pasar el balón y Benzema ve como su disparo ajustado lo saca Bono con una mano prodigiosa.
Munir se ha lesionado y no ha podido jugar la segunda mitad / Europa Press
Un rebote afortunado, suficiente para el Madrid
Tras el descanso, y con el cambio obligado de Óliver Torres por el lesionado Munir, el Sevilla ha salido con otro aire, más intenso y con ganas de ser protagonista. Así ha llegado su primera ocasión, una chilena espectacular de De Jong tras un centro medido de Jesús Navas que Courtois ha parado sin problemas (51'). Y como suele pasar, cuando mejor estaba el Sevilla ha llegado el gol del Real Madrid. Jugada por la banda izquierda, centro raso que Vinícius remata mal, engañando a Bono, que no reacciona a tiempo y ve como la pelota entra en la portería tras rebotarle en el cuerpo (0-1).
A Zidane le ha sonreído esta tarde la suerte en Sevilla, justo cuando está más cuestionado / Europa Press
Quedaba prácticamente toda la segunda mitad por delante, pero en estos momentos al Sevilla le faltan ideas y frescura. Y es que el juego de los de Lopetegui ha sido un quiero y no puedo desesperante. Ante un Madrid agazapado y sin punch, el Sevilla ha generado poquísimas ocasiones de gol, más allá de algún intento lejano. La única oportunidad más o menos peligrosa ha llegado en el minuto 85, en una chilena de Ocampos que Courtois ha desviado con una gran estirada.
Los tres puntos se van para el casillero del Madrid, que rompe una racha de tres jornadas de Liga sin ganar. Parece que ha vuelto la 'flor de Zidane'. Y el miércoles les visita el Mönchengladbach.
Imagen principal: Vinícius, celebrando el gol del Madrid, que ha llegado tras un rebote afortunado / EFE