Ya no pueden haber más distracciones y se tienen que ganar los tres puntos de manera obligada contra el Leganés. Quique Sánchez Flores sabe a ciencia cierta que el Espanyol tiene que dar un paso adelante en los partidos lejos de casa y necesitan aquella hambre que se ha mostrado en muchas ocasiones esta temporada. "Quiero que demostremos la sensación de voracidad", ha asegurado el entrenador blanquiazul con la intención clara de espolear a sus futbolistas.

Novenos en la clasificación de la Liga Santander, el Espanyol está a seis puntos de la Real Sociedad, el séptimo y que podría dar lugar a plaza de Europa League. El objetivo principal es sumar el máximo posible y acercarse a las posiciones indicadas; un reto al alcance del Espanyol, pero complicado.

Para conseguirlo, el primer paso será ganar contra el Leganés en Butarque. "Dependemos de hacer buenos partidos en campos difíciles para seguir manteniendo la ilusión hasta a final de temporada", ha explicado Quique, todavía con confianza en acabar muy bien la temporada. Después del partido contra el Leganés llegan los complicados enfrentamientos contra Atlético de Madrid, Barça o València antes de acabar la temporada.

Las principales dificultades serán "los espacios reducidos" y "la presión rival". "Tenemos que intentar igualar la intensidad del Leganés", ha afirmado el entrenador blanquiazul como principal requisito para conseguir un resultado positivo del partido lejos de Cornellà. Las sensaciones son de "voracidad", "rebeldía" y también muy positivas porque "estamos obligados a sumar y queremos hacerlo", ha añadido Quique.

Se tiene que mantener el nivel fuera de casa y recuperar la manera de jugar a que se hace al RCDE Stadium. Si el equipo local depende de estos partidos en casa para conseguir su objetivo, para el Espanyol el reto es igual o mayor. "Estamos a la recta final en que cada partido se imprescindible", ha concluido Sánchez Flores.