El político ruso Igor Lebedev, una de las personalidades públicas que animó a los 'hooligans' rusos a seguir con las conductas violentas durante la Eurocopa de Francia del verano pasado, ha propuesto legalizar este fenómeno y convertirlo en un deporte. Lebedev, miembro del partido Liberal Democrático y de la junta directiva de la Federación Rusa de Fútbol, ha elaborado una serie de normas para lo que ha llamado "draka" (término ruso que significa pelea): 20 participantes por equipo, desarmados y en un estadio.
La propuesta se hace pública después de que un grupo de aficionados rusos haya prometido un "festival de violencia" en el Mundial que se celebrará en el país el próximo verano. En declaraciones a la página web del partido, el político ha asegurado que las peleas organizadas "podrían reconducir la agresividad de los aficionados en una dirección pacífica". Además, Lebedev ha afirmado que serviría de ejemplo paralos aficionados ingleses, presentados por él mismo como "indisciplinados" y "malos luchadores".
Según el planteamiento de Lebedev, los aficionados de una determinada nacionalidad escogerían a un rival, y en caso de que haya acuerdo, se establecería la fecha y el estadio en el que tendría lugar la pelea. A pesar de su entusiasmo con los disturbios relacionados con el fútbol, el político insiste en que la policía rusa garantizará que los aficionados extranjeros no corran ningún tipo de peligro durante la cita mundialista: "Ningún turista tiene motivos para temer viajar a nuestro país".