A medida que van pasando las horas se van conociendo más detalles que pueden esclarecer el motivo por el que el Barça fue tan descaradamente perjudicado por los árbitros en su visita al Inter de Milán. "No quiera hablar demasiado del árbitro, pero cada decisión que tomaba, si era 50-50, era para ellos", afirmó un desencajado Hansi Flick, consciente de que el Barça no estaba en la final de Múnich por algunos fallos del equipo, pero especialmente por la nefasta actuación de Szymon Marciniak como árbitro principal y de Pol Van Boekel manejando los hilos en la Sala VOR.
Marciniak y Van Boekel, sospechosos habituales
Ya antes del partido se podía mascar la tragedia arbitral que venía. Y es que nadie en el Barça entendió las designaciones arbitrales para su partido de la Champions League. En primer lugar, con el polaco Szymon Marciniak como árbitro principal, justamente en protagonista de la jugada más polémica y controvertida del año, la anulación del gol de Julián Álvarez en la tanda de penaltis entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid. Marciniak es un árbitro que nunca ha gusta en Barcelona y que ya en las semifinales de la temporada pasada anuló un gol legal al Bayern de Múnich, en la última jugada de su partido contra el Real Madrid.
Para rematarlo, el supervisor de todo en la sala VOR fue a manos de Van Boekel, un árbitro de infame recuerdo para el Barça. Él fue el encargado del VAR en el anterior Inter-Barça, hace 2 temporadas, un partido muy polémico en el que los blaugrana fueron muy perjudicados. Aquella temporada, el neerlandés también estuvo en el VAR en el Bayern-Barça en el que, con 0-0, Dembélé sufrió un clarísimo penalti que Van Boekel ignoró.
El 'cónclave' arbitral para decidir para las designaciones
Llegados a este punto, la pregunta es clara. ¿Por qué se designó a estos árbitros para la vuelta de una semifinal de la Champions League? La respuesta es imposible de saber, aunque quien la tiene es la Comisión Arbitral de la UEFA, formada por 5 miembros. Son los que, como si se tratara del cónclave para elegir al nuevo papa, se reúnen para decidir qué árbitros formarán equipo en los diferentes partidos.
Curiosamente, los 5 miembros son el madrileño Velasco Carballo, el italiano Roberto Rosetti, el neerlandés Borjn Kuipers, la checa Dagmar Damkova y el esloveno Vladimir Sajn. Con Damkova como líder del arbitraje femenino, el peso de las decisiones en el masculino recae en los 3 primeros. No es extraño que Kuipers promocione a Van Boekel, que este jueves repitió experiencia en el Fiorentina-Betis, como si no hubiera más árbitros VAR en Europa. Se supone que, al enfrentarse un equipo de la Liga española con uno de la italiana, Velasco Carballo y Rosetti harían contra fuerza, garantizarían un 50-50. El madrileño, sin embargo, ya fue un árbitro muy polémico cuando dirigía partidos del Barça, por lo que no tuvo problemas en validar la propuesta de Rosetti de designar a Marciniak, para desesperación del Barça. El resto ya forma parte de la extensa historia negra de la UEFA, la Champions League y sus polémicas arbitrales.