Hansi Flick atraviesa su primera gran crisis como técnico culé. Las dos derrotas seguidas, ante PSG y Sevilla, han destapado todas las carencias defensivas. El alemán insiste en que la clave es “falta de intensidad y calidad con la pelota”, pero internamente el vestuario apunta a otra cosa: la ausencia de un líder atrás. Y todos saben que ese rol lo tenía Iñigo Martínez.

Un jugador al que el Barça dejó escapar gratis. Un error teniendo en cuenta que era uno de sus defensores más sólidos la temporada pasada. Se fue al Al-Nassr de Arabia Saudí sin dejar ni un euro en caja, pero llevándose consigo algo mucho más importante: liderazgo, experiencia y jerarquía defensiva. Con él, el equipo tenía orden, calma y una salida limpia de balón. Sin él, reina el desconcierto.

Íñigo Martínez amb les seves filles Nikole i Paule   Instagram (1)
Íñigo Martínez con sus hijas Nikole i Paule Instagram

El Barça echa de menos a Íñigo Martínez

En el equipo así lo perciben. Son varios jugadores los que consideran un error haber dejado salir a Íñigo y que lo echan de menos en el equipo. En la Roja es uno de los temas de conversación entre los jugadores azulgrana tras la debacle de Sevilla. El propio Pedri lo ha comentado entre los internacionales azulgranas. El canario y otros pesos pesados del vestuario reconocen que “Iñigo hacía mejores a todos”.

Lo dicen también en voz baja otros como Koundé, que ha bajado su rendimiento desde su marcha. El Barça perdió a un central veterano que entendía el juego, que hablaba y organizaba, algo clave en una defensa joven y frágil.

Iñigo Martínez
Iñigo Martínez

Sin liderazgo en la defensa

La salida del vasco también ha afectado al desarrollo de Pau Cubarsí. El joven central ha tenido que adaptarse al perfil zurdo y asumir una responsabilidad que no le corresponde por edad ni experiencia. “Le falta su espejo”, reconocen desde dentro del club. La zaga se ha vuelto previsible, y el sistema de presión alta que Flick intenta implantar se derrumba sin un central que marque la línea y mande.

Mientras tanto, Araújo sigue sin ofrecer garantías. Su error ante el Sevilla, con un penalti absurdo, ha sido interpretado como símbolo del descontrol. Flick no sabe todavía quién debe acompañar a Cubarsí. Ha probado con Christensen, con Eric García, pero ninguno convence. El Barça echa en falta la seguridad y lectura táctica que ofrecía el ex del Athletic.

En el Camp Nou lo tienen claro: habrá que corregir el error del verano. La dirección deportiva, con Deco al frente, busca un central zurdo de primer nivel. El favorito es Alessandro Bastoni, del Inter de Milán, aunque su fichaje parece casi imposible por su precio: más de 80 millones de euros. Aun así, Laporta no descarta mover ficha. En cualquier caso, no habrá solución a corto plazo.