Ronald Araújo tiene contrato hasta 2031. Y quiere cumplirlo. Siempre ha repetido que su deseo es triunfar en el Barça, el club que le dio la oportunidad de crecer. Pero el presente no acompaña. Con Hansi Flick en el banquillo, su papel ha quedado reducido a la rotación. El técnico alemán no lo ve como pieza clave para el futuro del equipo.

En enero pasado, su salida estuvo prácticamente hecha. Juventus y Arsenal empujaban fuerte. La operación rondaba los 50 millones de euros, una cifra que habría servido para aliviar las cuentas y liberar masa salarial. El propio club veía en esa venta una vía para reorganizar la plantilla. Pero la lesión de Íñigo Martínez lo cambió todo.

Tras conquistar la Supercopa de España ante el Real Madrid, el vestuario intervino. Varios compañeros le pidieron que se quedara. Querían que siguiera siendo parte del grupo. Él aceptó. Pensó que tendría los minutos prometidos. Sin embargo, la realidad fue distinta. Flick no le dio bola. Nunca llegó a ser indiscutible. Y el regreso de Íñigo le terminó de condenar.

Ronald Araujo Lewandowski decepcio Barça Betis EFE
Ronald Araujo y Lewandowski EFE

Araújo, protagonista en las peores fotos del Barça

Los errores sobre el césped, le han pesado. Su rendimiento ha quedado señalado en momentos clave. En la Champions, ante el Dortmund y el Inter, fue protagonista negativo. También sigue muy presente su expulsión por la entrada a Barcola el curso anterior. Aquella acción fue interpretada como el punto de ruptura con la afición.

El verano pasado su cláusula bajó a 60 millones de euros. Y con ello llegaron nuevas tentaciones. Liverpool, Tottenham y Chelsea tantearon su fichaje. Araujo se negó. Dijo “no” a todos. Quería quedarse. Su objetivo era redimirse y ganarse el sitio. Pero el tiempo ha demostrado que no lo ha conseguido.

Tiene contrato hasta 2031, pero ya está sentenciado

Fuera del campo sigue siendo capitán y un líder respetado. Fue de los primeros en apoyar a Gavi tras su grave lesión. En el grupo lo valoran. Ade,ás, renovó recientemente hasta 2031. Pero sobre el terreno de juego, las dudas crecen. Su colocación defensiva y su salida de balón generan inseguridad. Flick no confía en su capacidad para un juego rápido ni en la presión alta. Lo considera lento, impreciso y previsible.

Ronald Araujo falta Sevilla Barça EFE
Ronald Araujo falta Sevilla Barça EFE

El último tropiezo, ante el Sevilla (4-1), ha sido la gota que colma el vaso. Puede que su acción no fuera penalti, pero es cierto que podría haberse ahorrado tanto contacto con el jugador del Sevilla. Otro error de bulto que el Barça pagó caro. Que fuera sustituido al descanso no fue casualidad. Para Flick estaba siendo de los peores. Y las intenciones en la cúpula con el uruguayo están trazadas. Si no logran venderlo en el mercado invernal, del verano que viene no pasa. Joan Laporta y los responsables no quieren que su valor de mercado siga cayendo en picado.