El FC Barcelona sufrió otra derrota en el Santiago Bernabéu. Pese a las muchas ausencias, cayó por la mínima. El equipo tuvo opciones hasta el final, pero no logró puntuar. El Clásico dejó claro que algo falla dentro del vestuario.
La defensa azulgrana mostró carencias graves. Cada balón perdido generaba peligro. Vinicius y Bellingham aprovecharon los espacios. El equipo rival marcó sin complicaciones. El Barça fue salvado en algunas jugadas por el VAR, pero no fue suficiente.

El Clásico evidenció que el Barça tiene demasiadas carencias
La presión del Barça fue irregular. Pedri intentó liderarla, robando balones y cortando la salida rival. Sin embargo, en muchas ocasiones la coordinación falló. Huijsen y Carreras quedaron desmarcados, y Koundé no subió para apoyar. De Jong tampoco ayudó en todas las acciones.
El físico fue otro problema. El Real Madrid se impuso en los balones divididos. Militao superó a Balde en carrera. Valverde ganó varios duelos a Rashford. Los defensas del Barça sufrieron en todas las jugadas de contacto. El gol del 2-1 mostró la vulnerabilidad completa: Koundé perdió en carrera, Balde en el salto, Cubarsí en el balón aéreo y De Jong dejó rematar solo a Bellingham. Pedri también quedó superado en la jugada del 1-0.
Las salidas de balón desde atrás fueron un dolor de cabeza. Eric Garcia perdió un balón clave que acabó en penalti. Balde cometió errores en pases cortos y fáciles. Todo esto facilitó las transiciones rápidas del Madrid.
En ataque, el Barça fue previsible. Abusó del juego al pie y de los balones estáticos. Lamine Yamal apenas desbordó. Rashford no encontró profundidad y Ferran recibió pocos balones. El disparo lejano fue casi inexistente. Fermín destacó con un tiro, pero el resto no generó peligro real.

Algunos cracks reconocen el problema
Pedri fue uno de los que más sufrió. Su esfuerzo en la presión y el robo de balones fue evidente. Él mismo reconoció el problema tras el partido: “Cuando presionas mal y tienes la línea tan arriba es muy fácil para el contrario crearte ocasiones”. No es el único que piensa así. Frenkie de Jong y Cubarsí también han señalado la falta de coordinación y la debilidad defensiva anteriormente.
El equipo necesita mejorar la cohesión interna. La línea defensiva no está sincronizada y la presión alta falla constantemente. Cada error individual genera un peligro colectivo. El vestuario del Barça empieza a resentirse por estas carencias.
El Clásico mostró que no se trata solo de ausencias. La actitud, la concentración y la comunicación interna son claves. Pedri y otros jugadores ya lo han señalado públicamente. El reto de Hansi Flick es consolidar la estructura, fortalecer la defensa y hacer que la presión sea efectiva. Porque mientras los problemas persistan, el Barça seguirá pagando caros sus errores.