En el Barça ya se ha tomado una decisión que, aunque dolorosa para parte del área deportiva, parece inevitable. Roony Bardghji, una de las apuestas inesperadas del club para incorporar talento joven a bajo coste, no ha cumplido las expectativas. Llegó por solo 2 millones de euros, una operación que se consideró como una ganga y con la posibilidad de convertirse en un diamante por pulir. Pero nada de eso ha ocurrido. No termina de encajar y cada minuto que juega deja más dudas que certezas.

El problema es que Roony Bardghji no ha demostrado el nivel necesario para competir en un equipo como el Barça. Es suplente permanente de Lamine Yamal, y cuando dispone de oportunidades, no llega a mostrar nada que invite al optimismo. Falta de ritmo, poca capacidad de desborde y, sobre todo, ausencia de personalidad competitiva en los momentos donde más se le necesita.

No tiene sitio en un Barça que exige impacto inmediato

Y es que el Barça atraviesa un momento donde no hay margen para esperar a nadie. El proyecto exige rendimiento inmediato y Hansi Flick necesita futbolistas capaces de marcar diferencias desde el primer día. La plantilla está obligada a competir por títulos, y si un jugador no está preparado, el equipo lo nota. En el caso del sueco, el salto ha sido demasiado grande y se ha quedado corto tanto física como futbolísticamente.

Roony Bardghji

A pesar de que Bardghji llegó con cartel de promesa europea, dentro del vestuario y en el cuerpo técnico tienen claro que no está ni cerca del nivel que muestran Lamine Yamal, Raphinha o incluso Ferran Torres cuando actúa en banda. Y si ni siquiera es capaz de pelear por los minutos residuales, su continuidad deja de tener sentido. El Barça no puede permitirse mantener un jugador que no aporta y que frena el crecimiento deportivo y económico del proyecto.

Venta en enero: la mejor solución para todas las partes

El club considera que lo más recomendable es encontrarle salida en el mercado de enero. Por suerte, el bajo coste de su fichaje hace que la operación no suponga una pérdida significativa. En el Barça respiran aliviados, porque apenas se invirtieron 2 millones en su llegada, y cualquier oferta permitirá recuperar la inversión sin mayores complicaciones.

Así pues, salvo giro inesperado, Roony Bardghji dejará el Barça en enero. No ha demostrado el nivel para seguir, y lo mejor para todas las partes es una salida que le permita tener minutos y al club liberar espacio para un refuerzo que sí marque diferencias.