El racismo en el fútbol ha vuelto a escena este fin de semana. Moussa Marega, jugador del Oporto, abandonó el campo en el minuto 68 este domingo después de no parar de oír gritos racistas contra su persona.

Marega fue el autor del 1-2 contra el Vitória de Guimaraes en el minuto 61 y fue minutos más tarde cuando pasó el lamentable incidente. Lo más sorprendente de todo es que los mismos compañeros del delantero lo intentaban parar y le decían que se quedara en el terreno de juego, cuando Marega ya había tomado su decisión.

El entrenador del Oporto, Sergio Conceiçao, le decía al público local que "era una vergüenza". Algunos aficionados cuando vieron la gravedad de la situación empezaron a corear su nombre.

"Sólo me gustaría decirles a estos idiotas que vienen al estadio a dar gritos racistas... iros a la mierda. Y también agradezco a los árbitros por no defenderme y por mostrarme una tarjeta amarilla porque defiendo el color de mi piel. Espero no volver a encontrármelo en un campo de fútbol. ¡ESTO ES UNA VERGÜENZA!!!", escribió Marega en las redes sociales.

Las muestras de apoyo hacia Marega llenan las redes sociales y una de las más destacadas es la de Iker Casillas. "Respeto para Marega. Respeto para el fútbol. Respeto para todo el mundo", escribió el español.