Siguen las noticias relacionadas con Diego Armando Maradona. Las causas de la muerte, las posibles negligencias y su herencia captan la atención y ahora la última ha sido sobre un dinero que tiene que nadie sabe donde están.

No le llegaban los mensajes

Mariano Israelit, uno de los mejores amigos de Maradona, ha hablado a Teleshow y ha revelado una información relevante. "Lo tenían blindado. Y, cuando llamaba alguien que ellos no querían, le cambiaban el chip. Yo iba a comer en la casa de Diego y le decía: '¿Che, te he dejado un mensaje, no te ha llegado? Porque no me salen los dos tics'. Y, cuando le pedía el número, tenía que fijarse el que tenía apuntado detrás del móvil", explicó.

Maradona

Un mural de Maradona / EFE

Israelit lo vio por última vez en septiembre de 2020 y el astro argentino murió en noviembre por un paro cardiorrespiratorio. "Lo vi por última vez en septiembre. Él murió en noviembre. Pero en los últimos tiempos ya lo veía triste, bajo de ánimos. Diego estaba mal desde que lo operaron de la rodilla. Yo fui a verlo en la Clínica Olivos y estaba bien. Pero después le costaba caminar. Le dolía un montón y estaba angustiado por eso", ha comentado.

La parte más jugosa de la conversación fue cuando el amigo de Maradona reveló una cantidad de dinero de Maradona que nadie sabe dónde está. "Diego me explicó que tiene 100 millones de dólares y nadie sabe dónde están. Sabían que tenía problemas de corazón y no estaba medicado. Aparte, cómo vivía Diego. Cuándo volvió de México, me confesó: 'No sabes cómo me recuperé después de Dubái. Tengo más de cien palos verdes'. Me lo explicó él a mí. Le contesté, 'vos sos un rey, tenés que vivir como te merecés'. Y sus últimas casas, sin desmerecer, no estaban en condiciones. No tenían aire acondicionado, ni calefacción central, cuando estamos hablando de un hombre que tenía este dinero que ahora nadie sabe donde están", ha asegurado.

Días atrás, Israelit denunció a los medios argentinos que Maradona le dijo: "No me abandonéis, no me dejéis solo. Es muy doloroso sentir todo. La última vez que lo vi me fui con un escalofrío por la espalda. No lo podía creer".

"Era muy difícil poder llegar a Diego, ya que constantemente le cambiaban el número de teléfono. Si a las hijas se les complicaba... cuando teníamos el teléfono, nos lo pasábamos entre nosotros porque era muy difícil hablar con él".

 

Imagen principal: Maradona, en una fotografía de archivo / EFE