La etapa de Malcom Oliveira en el Barça está siendo bastante accidentada. El brasileño llegó al Camp Nou a cambio de 42 millones de euros después de una operación relámpago en la cual la secretaría técnica blaugrana se avanzó en el último momento a la Roma, que incluso ya había anunciado su contratación. El extremo se presentaba como uno de los jugadores más prometedores de la Ligue 1, dónde había destacado con el Girondins de Burdeos, y parecía que su perfil técnico encajaba como un guante en la punta de ataque del Barça.
Pero alguna cosa fallaba. Cuando Malcom se incorporó a la gira americana del Barça, pronto quedó patente que si quería triunfar tendría que trabajar más que nadie. En rueda de prensa, Ernesto Valverde era más contundente del habitual y se desmarcaba de su fichaje: "es un jugador joven y el club cree que nos puede ayudar". El extremeño, todo el mundo lo sabía, prefería al inaccesible William Borges, del Chelsea.
Así, aunque realizó una buena pretemporada, Malcom no convenció a Valverde. De Estados Unidos a Valladolid, y de Valladolid, a Leganés: desde su fichaje, el brasileño sólo ha disputado veinticinco minutos en partido oficial, distribuidos entre la victoria del Barça en Zorrilla (0-1) y en la derrota en Butarque (2-1).
Esta situación ha provocado que los rumores sobre una posible salida cada vez sean más habituales. El último, publicado por Mundo Deportivo, incluso afirmaba que el jugador había pedido personalmente a Valverde marcharse en el mercado de invierno.
En este sentido, este miércoles el jugador ha hecho una publicación enInstagram para dejar claro que "es una persona con mucha determinación" y seguirá luchando por conseguir lo que desea a su carrera.
Malcom tendrá la primera oportunidad de redimirse y demostrar su talento este miércoles en el estadio de la Cultural Leonesa, dónde todo apunta que será titular en el once alternativo que presentará Ernesto Valverde.