En el Barça se ha abierto un debate interno que va directamente al corazón de la planificación deportiva. Lamine Yamal, la gran joya del equipo y uno de los pocos futbolistas capaces de marcar diferencias en escenarios de máxima exigencia, ha pedido al club un movimiento contundente: fichar a un delantero centro de nivel top mundial. Si bien es cierto que el Barça ha recuperado competitividad en su juego, la derrota en Stamford Bridge dejó una conclusión evidente para todos: sin un killer, no se puede aspirar a ganar la Champions League.

Y es que el fallo de Ferran Torres en los primeros minutos del duelo ante el Chelsea fue determinante. Esa ocasión, tan clara y tan temprana, marcó el rumbo emocional del partido y evidenció que al Barça le falta una referencia goleadora capaz de decidir encuentros desde el área. En Champions, los partidos se ganan en las áreas, y el Barça no tiene ahora mismo un delantero con ese instinto asesino que diferencia a los equipos campeones de los que simplemente compiten.

Lamine quiere un líder ofensivo a su lado

La realidad es que Lamine Yamal, pese a su juventud, entiende como pocos lo que necesita el equipo en las grandes noches europeas. Y es que no basta con el talento generacional que él aporta: necesita un compañero que convierta en gol todo lo que genera. De este modo, Lamine ha trasladado al club su deseo de jugar junto a un delantero centro de nivel top mundial, alguien que eleve el techo competitivo del Barcelona y permita que el equipo pueda mirar de tú a tú a las grandes potencias europeas.

Julián Álvarez Atlético de Madrid

En concreto, Lamine ha puesto dos nombres sobre la mesa: Harry Kane y Julián Álvarez. Dos perfiles muy diferentes, pero ambos capaces de ofrecer al Barça lo que ahora mismo no tiene. Kane, un killer absoluto, letal en el área, especialista en partidos grandes y uno de los delanteros más determinantes de su generación. Y Julián, un futbolista hiperactivo, vertical, con hambre, con movilidad constante y con una capacidad tremenda para aparecer en los momentos importantes. Para Lamine, cualquiera de los dos sería un salto gigantesco para el proyecto.

El Barça, ante una decisión trascendental

Y es que en el club saben que si quieren competir por la Champions deben tomar decisiones valientes. La petición de Lamine no es un capricho, sino un diagnóstico preciso de lo que le falta al equipo. El joven extremo quiere crecer, quiere competir al máximo nivel y quiere tener a su lado a alguien capaz de resolver partidos que ahora mismo se escapan por falta de gol.

Así pues, la pelota está en el tejado del Barça, o atienden la petición de su mayor talento o seguirán pagando en Europa el precio de no tener un delantero centro de élite.