Es evidente que la implantación del VAR ha sido mucho peor de lo que todos esperaban. Aquellos favorables a su uso se han quedado sin argumentos para defenderlo, mientras que los que eran contrarios no paran de ponerse medallas, y con razón.
Y es que nadie esperaba que un sistema que sobre el papel era tan magnífico para reducir las polémicas arbitrales y evitar los grandes escándalos haya logrado justamente lo contrario, hasta recibir críticas de jugadores, entrenadores y clubes por igual.
Ronald Koeman se ha mostrado muy molesto por el uso del VAR en la Liga / EFE
Los 'inventores' del VAR piden el cese inmediato de su uso
Ahora, sin embargo, el VAR podría tener los días contados. Y es que Miguel Ángel Galán, poseedor de la propiedad industrial del VAR, y Antonio Ibáñez de Alba, propietario intelectual de la herramienta, que registró en 1995, han anunciado un acuerdo por el que reclaman conjuntamente ante Mediapro, Hawk-Eye, FIFA, UEFA y RFEF, entre otras federaciones de fútbol, el “cese inmediato" del uso del VAR.
Ambos, que afirman en el diario As que mantendrán próximamente una reunión con la FIFA para intentar negociar “una solución amistosa y pactada para su uso”, también han comunicado que requerirán "a todas las entidades que utilizan el VAR sin su consentimiento el cese inmediato de su utilización" y advierten con solicitar acciones civiles o penales.
El VAR ganó fama por su buena implementación en el Mundial de Rusia / EFE
Tienen antecedentes favorables
Esta no será la primera vez que Miguel Ángel Galán acudirá a la justicia. Y es que ya ganó en los juzgados la propiedad industrial de la marca Video-Assistant Referee (VAR) a Mediapro. La resolución de la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea le adjudicó la posibilidad de explotar la marca registrada durante los diez próximos años.
Ambos propietarios se basan en la Ley 17/2001, que afirma que el registro de una marca o patente confiere a su titular el derecho exclusivo para utilizar la marca en el tráfico económico y la facultad de prohibir a terceros que utilicen estos signos distintivos sin su comercialización.
El VAR, pues, podría tener los días contados.
Imagen principal: Un árbitro, consultando una acción polémica en un monitor / EFE