El Girona gana con autoridad contra el Leganés y puede acabar la jornada a dos puntos de la Europa League (3-0). Los gerundenses, que suman la cuarta victoria consecutiva en Montilivi, ya tienen media permanencia en el bolsillo a falta de 14 jornadas para el final de Liga. El equipo ya tiene licencia para soñar con objetivos más ambiciosos.

Un señor equipo

Pablo Machín puede estar orgulloso. Sus futbolistas siguen dándole alegrías cada fin de semana. Hoy, en viernes. El entrenador soriano no renuncia a su particular sistema de tres centrales porque su rendimiento está sobradamente contrastado. El Girona no ha cambiado nada desde que consiguió el anhelado ascenso a Primera División. Y este es el grande secreto.

El triunfo del Girona es el triunfo de un fútbol cada vez menos humilde. El equipo cree ciegamente en sus posibilidades y eso incomoda mucho a los rivales. El Leganés, un adversario de su Liga, que ya no es la de luchar por el descenso, ha comprobado en primera persona el poder de Montilivi. El Girona no ha tenido ningún problema para convertirse en amo y señor de la pelota, a pesar de la baja sensible de Pere Pons, lesionado.

Los madrileños, sensación de la temporada en la Copa del Rey, tenían muchos problemas para contener las llegadas de los gerundenses, que volvían a tener en Christian Stuani y Portu sus mejores aliados. Stuani ha rozado el primer gol con un remate de cabeza que ha salvado al portero Cuéllar con una intervención milagrosa. Pero la ocasión ha sido el preludio del 1-0. Portu se ha colado en el área del Leganés para enviar un centro y provocar unas manos de Mantovani. Penalti y gol de Stuani. Uno más al zurrón y ya van trece.

El Girona ha aprovechado el empuje del gol para dejar aturdido al Leganés. Portu ha cazado una pelota al espacio para correr y hacer tambalear la escuadra de Cuéllar con un disparo tan potente que las casi 10.000 personas que llenaban buena parte de las graderías no han visto, pero sí han celebrado. El partido parecía decidido en sólo 32 minutos. 

Exhibición de pragmatismo

La gran incógnita del debut del Girona en Primera División era saber cómo gestionaría la ventaja en el marcador. Y el partido de hoy sirve para confirmar que el equipo no tiene ningún problema para congelar el resultado sin sufrir en defensa.

Machín no ha tocado nada después del descanso porque los once futbolistas jugaban en sincronía. El Girona no ha dejado que el Leganés encadenara tres pases seguidos en ataque y seguía multiplicándose en las ayudas a los laterales. Una camiseta de color azul siempre estaba rodeaba por dos de rojo.

Además, Stuani y Portu seguían amenazando una defensa que no quería dar un paso adelante por miedo a encajar el tercero y despedirse, definitivamente, de cualquier posibilidad de puntuar. El equipo ha hecho un ejercicio de responsabilidad. Y Machin ha amenizado el tramo final con uno de los momentos más emotivos de la temporada.

Eloi Amagat, un futbolista que sabe qué es jugar con el Girona en Tercera, ha debutado en la Primera. Eloi se ha estrenado antes de que Juanpe pusiera la guinda a la noche con un remate de cabeza. 3-0. Fiesta cumplida para empezar a celebrar la salvación e imaginar al Girona viajando por Europa.