Hansi Flick ya ha comenzado a sacar conclusiones tras los primeros días de entrenamientos de pretemporada en el FC Barcelona, y hay un nombre que está sorprendiendo a todos: Roony Bardghji. El joven extremo sueco ha llegado con ambición, talento y un físico trabajado que no ha pasado desapercibido. Flick ya avisa: Bardghji puede darle un susto a más de uno en el vestuario.
Encantados con el sueco
Con solo 19 años, Bardghji ha encajado a la perfección en la dinámica del primer equipo. Su desparpajo, su capacidad de desborde y su inteligencia para moverse entre líneas están causando sensación. Flick, que ya conocía su talento tras seguirle de cerca durante su etapa en el Copenhague, ha quedado impresionado con la rapidez con la que el jugador se ha adaptado tanto al ritmo como a las exigencias del grupo.
Bardghji está destacando en una posición complicada, ya que el extremo derecho parece propiedad exclusiva de Lamine Yamal, y por dentro compite con nombres como Dani Olmo, Fermín López o incluso Gavi. Pero Flick no descarta mover piezas y darle un lugar a Roony, ya sea como revulsivo o incluso como titular en algunos partidos.
El alemán ya empieza a planear fórmulas para incluirle en su once tipo, ya sea desplazando a Yamal a una posición más centrada o utilizando a Bardghji como segundo delantero o mediapunta, donde también ha mostrado buenos movimientos y entendimiento del juego.
En el vestuario, algunos jugadores ya comienzan a mirar con recelo la irrupción del joven sueco. No por mala fe, sino por pura competitividad. Dani Olmo y Fermín son dos de los futbolistas que podrían ver reducida su participación si Bardghji mantiene este nivel.
El Barça ha apostado fuerte por Roony, y las primeras sensaciones apuntan a que no se han equivocado. Su juventud, sumada a su potencial, convierten a Bardghji en una de las grandes armas sorpresa del equipo para esta temporada. Flick confía en él, lo protege, pero también le exige. Y el jugador está respondiendo.
Si sigue así, Roony Bardghji no solo será parte del primer equipo: podría ser una de las revelaciones del curso. Y más de uno, dentro y fuera del vestuario, debería empezar a tomar nota.