Marcus Rashford llegó al FC Barcelona con la confianza de quien sabe que puede marcar diferencias. El inglés aterrizó con el discurso de estrella: quería ser titular, líder y referente en el nuevo proyecto azulgrana. Pero su arranque no fue el esperado. Su rendimiento irregular y una actitud que no convencía al cuerpo técnico encendieron las alarmas. Y Hansi Flick no tardó en tomar cartas en el asunto.
Rashford llegó procedente del Manchester United buscando una nueva oportunidad para relanzar su carrera. Tenía el talento, la velocidad y el físico para triunfar. Pero en Barcelona se encontró con un técnico que no se impresiona fácilmente. Flick no tolera los egos ni las estrellas que no trabajan por el equipo. Y aunque sus condiciones son indiscutibles, el míster le dejó claro que, si quería ser un fijo, tendría que responder también a la hora de hacer el trabajo sucio. Es decir, defender.

Rashford, de menos a más en el Barça de Flick
Gracias a la plaga de lesiones, Rashford es uno de los jugadores que más minutos ha disputado. Pero Flick le advirtió hace unas semanas: o mejoraba su faceta defensiva o no tendría sitio en su proyecto tras la presente temporada. Una advertencia que surtió efecto. En las últimas semanas, Rashford ha cambiado. Desde que algunos jugadores del ataque se han ido recuperando y ha visto peligrar su titularidad, Rashford se ha puesto las pilas. Y aunque no es el mejor defensa del mundo, ha mostrado una mejor actitud a la hora de presionar y correr hacia atrás. Se le ve más activo, más participativo y dispuesto a defender como uno más. Su actitud en los entrenamientos también ha mejorado, algo que el propio Flick valoró públicamente en rueda de prensa.

Números indiscutibles en ataque y mejora en defensa
Así, tras su actuación contra el Elche este domingo, suma seis goles y siete asistencias en 14 partidos. Sus números están entre los mejores de la plantilla. Mientras que su actitud cuando no tiene el balón mejora en cada partido.
Aun así, su situación sigue siendo delicada. En ataque hay competencia feroz: Lamine Yamal, Raphinha, Ferran Torres y un Lewandowski que continúa siendo el líder indiscutible. Rashford sabe que cualquier bajón puede devolverlo al banquillo. Pero ahora parece mentalizado y comprometido con el plan del técnico. Sus últimas actuaciones, con goles y asistencias decisivas, han aumentado su crédito.