El Club Esportiu Europa ha subido a Primera RFEF. El equipo de Gràcia ha alcanzado el éxito deportivo de, sin la capacidad económica de otros equipos, subir a la categoría de bronce del fútbol español. Los méritos deportivos no van estrictamente relacionados con las facilidades económicas, es decir, ahora el club de Barcelona, a consecuencia de triunfar en el terreno de juego, necesita ayuda para garantizar la sostenibilidad del club. Esta es la triste realidad de los clubs modestos, de los equipos de barrio.
Participar en Primera RFEF requiere de unos gastos importantes: desplazamientos, exigencias federativas, mejoras de infraestructuras, condiciones profesionales de las plantillas, refuerzo del fútbol base y proyectos sociales. Estas son superiores al aumento de ingresos que supone estar en la categoría. Como solución, desde el club se ha impulsado un micromecenazgo bajo el lema "Somos la resistencia". Este tiene como objetivo recaudar entre 150.000 € (mínimo) y 300.000 € (óptimo).
���� Los primeros equipos del CE Europa jugarán en 1.ª RFEF... y lo haremos con la misma alma de siempre.
— Club Deportivo Europa (@CEEuropa) July 1, 2025
Fútbol popular, sin accionistas ni millonarios.
Ahora te necesitamos más que nunca.
���� Participa en el micromecenazgo:
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Hèctor Ibar, presidente del club, en la conferencia de presentación de este micromecenazgo, ha dejado claro cuáles son los problemas a los que se enfrenta la institución y cuál es su visión sobre el Europa: "Los clubs de nuestro entorno pertenecen a un japonés, un americano o un sueco; luchamos contra transatlánticos, magnates o fondo de inversión. Nosotros queremos seguir siendo de nuestra gente, pero necesitamos vuestra ayuda. Y la de todos aquellos románticos del fútbol de barrio, del fútbol de siempre. Con vuestro apoyo, demostraremos que otra forma de gestión es posible".
El problema del Nou Sardenya
Por otra parte, el Europa también está en medio de una problemática con su estadio. La Federación obliga a los clubs de Primer RFEF disponer de un campo de césped natural con un mínimo de 3.000 espectadores y graderías perimetrales en todo el estadio. Estas exigencias, para los nuevos ascendidos, entrarán en vigor al finalizar la primera vuelta.

A partir del 15 de enero, el Europa tendrá que buscar una solución. La institución de Gràcia está trabajando para no tener que moverse de su casa. Ibar ha confirmado que lucharán por jugar en el Nou Sardenya durante toda la temporada: "No contemplemos jugar en otro estadio". Esta es la historia de un club humilde que triunfa deportivamente en España. La entidad se ve obligada a hacer malabares para competir en una categoría que se ha ganado a pulso en el terreno de juego.