Jarrón de agua fría para el CE Europa. Después de semanas cargadas de negociaciones, el club de Gràcia ya sabe que tendrá que buscar una alternativa al Nou Sardenya para disputar sus partidos como local en Primera RFEF a partir de 2026. La Real Federación Española de Fútbol (RFEF), a través de su presidente, Rafael Louzán, ha comunicado al Europa que no dispondrá de la moratoria de 12 meses que habían pedido para jugar en su estadio con césped artificial, según ha adelantado Esport3. Así, la medida extraordinaria se mantendrá solo durante seis meses. Por lo tanto, a partir del mes de enero, tendrán que encontrar un estadio alternativo donde jugar como locales, cumpliendo la normativa marcada por la RFEF.

El Europa no se rinde y busca alternativas

Ahora bien, el Europa no se rinde en su lucha para disputar toda la temporada en el Nou Sardenya y explorará vías legales para poder apelar la decisión. Sea como sea, la directiva escapulada se tiene que empezar a mover en busca de un estadio que pueda servir de alternativa. Las opciones no son muchas y el tiempo se acaba, ya que tienen que comunicar a la RFEF cuál será el campo alternativo antes del inicio de la temporada.

Es decir, durante este verano, junto con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, tendrá que encontrar una solución que satisfaga todas las partes, incluida una afición que ha expresado en numerosas ocasiones su deseo de no marcharse del Nou Sardenya. Una de posibilidades que había estudiado el club de Gràcia para la próxima temporada era la de gestionar el campo de fútbol de l'Àliga, donde muchos de sus equipos del fútbol base juegan como local. Sin embargo, el consistorio barcelonés denegó también esta posibilidad, tal como informó el portal Tot Barcelona.

La lucha para mantenerse en Gràcia

Después de una temporada histórica, el Europa volvió a Primera RFEF (la tercera categoría del fútbol español) después de 30 años. Una noticia que rápidamente recibió una señal de alerta, ya que la RFEF obliga a los clubs de esta categoría a jugar en campos de fútbol de césped natural. El Nou Sardenya, el feudo escapulat que se ha convertido en un fortín que año tras año reúne a más aficionados, no lo cumple. Una normativa discutida, sobre todo teniendo en cuenta que se disputan partidos de la Champions League o de la Primera División femenina en campos artificiales. Para la afición, marcharse de su casa sería un palo sin precedentes. Y el club perdería una de sus identidades, fundamental para entender los recientes éxitos deportivos.