El Espanyol ha perdido contra la Real Sociedad (3-2) en el último partido de la primera vuelta de la Liga Santander. En Anoeta, los de Rubi han pagado unos seis minutos iniciales dramáticos en los cuales el conjunto vasco se ha puesto por delante con dos dianas. La fe del equipo y una actuación de categoría de Melendo han permitido soñar con la remontada, pero en la segunda parte Willian José ha castigado un Espanyol que cierra un pésimo balance de 3 puntos de los últimos 21 posibles.

Seis minutos para olvidar

La primera parte no ha podido empezar peor por los intereses del Espanyol. Con Marc Roca, Sergi Darder, Esteban Granero y Óscar Melendo en la sala de máquinas, el once de Rubi invitaba a pensar que el Espanyol dominaría el duelo desde el primer momento, pero la realidad ha sido bien distinta.

Cuando sólo se habían disputado tres minutos de partido Willian José ha rematado un servicio de córner al palo y Mikel Merino, como si fuera un delantero, ha cazado la pelota en el interior del área pequeña para poner por delante la Real. El inicio de partido era nefasto, pero todavía podía ser peor.
 

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Tres minutos después de la acción del gol, David López ha puesto el brazo de manera absurda en un centro y del Cerro Grande, con la ayuda del VAR, ha señalado penalti. Willian José no ha tenido piedad y ha marcado su quinta diana de la temporada para firmar el 2-0. Sólo habían pasado siete minutos y el Espanyol ya necesitaba tres goles por remontar.

Dos goles para creer en la remontada

Los dos tortazos han dejado a los hombres de Rubi completamente aturdidos durante la primera media hora. La Real, en cambio, aprovechaba la profundidad de Januzaj y la desenvoltura del jovencísimo Aihen para castigar la defensa perica. Con Mario Hermoso recuperándose de su lesión y Óscar Duarte de baja por unas molestias en el pubis, Rubi no ha tenido más remedio que alinear a Naldo. El brasileño no lo sabía, pero su aportación acabaría siendo clave.

Cuando el conjunto vasco estaba más cómodo, el Espanyol ha encontrado agua en medio del desierto. En un servicio de córner, Naldo se ha elevado por encima de todo el mundo y ha perforado la portería de Rulli con un gran cabezazo. Era el 2-1.
 

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Rubi soñaba y la Real –el peor local de la Liga– empezaba a revivir fantasmas del pasado. Lo cierto es que la preocupación de la afición vasca estaba justificada. Cuando sólo quedaba un minuto del primer tiempo, Baptistao ha rematado una centro al travesaño y Llorente, intentando rechazar la pelota, se ha acabado marcando en su portería. El Espanyol, contra todos los pronósticos, llegaba al descanso con una sonrisa de oreja a oreja.

Nueva desconexión fatal

En la segunda parte, sin embargo, el Espanyol no ha aprendido de los errores. Aunque Melendo ha maravillado con su juego entre líneas, el resto del equipo no lo ha acompañado y el conjunto de Rubi no ha tardado al pagarlo.

Ha sido en el minuto 63. Merino ha centrado una pelota al segundo palo y Willian José sólo lo ha tenido que empujarla al fondo de la portería. El Espanyol, aunque había hecho lo más difícil, debía volver a remontar.

Los milagros, sin embargo, no suceden dos veces. Aunque la Real Sociedad se ha quedado con diez por la expulsión de Merino, que ha pisado el omnipresente Melendo, el Espanyol no ha encontrado el empate. Lo ha podido conseguir Dídac Vilà rematando un servicio de córner cuando sólo quedaban diez minutos, pero su cabezazo ha salido desviado.

El Espanyol vuelve a perder y revive a los fantasmas del 2018. Parecía que los hombres habían dejado atrás la pésima dinámica de diciembre gracias a la victoria contra el Leganés en Cornellà El-Prat, pero contra la Real los de Rubi han vuelto a decepcionar.

Los periquitos cierran la primera vuelta en la décima posición, justo en el ecuador de la clasificación. Con 24 puntos, se pueden permitir el lujo de soñar con Europa pero no pueden olvidarse de un descenso que cada día está más cerca.