En el FC Barcelona ya se puede hablar de crisis. La plantilla dirigida por Xavi Hernández no carbura, no ofrece buenas sensaciones en el terreno de juego, y vuelve a tropezar en la misma piedra una y otra vez. Los blaugrana no encuentran ese ritmo de balón, que les permitía encontrar espacios por dentro y superar la línea defensiva con ese famoso juego de toque. Al contrario, los catalanes se muestran muy espesos durante el transcurso de los partidos, practicando un fútbol previsible.
El Barça abusa de los balones a banda para poner centros laterales buscando la cabeza de Robert Lewandowski, en un juego que no está en el ADN Barça. Todo ello ha generado un caldo de cultivo que ha situado no solo a los futbolistas en el candelero, sino a Xavi en el centro de la diana. El técnico egarense está siendo el blanco de las críticas, ya que no está sabiendo exprimir al máximo una plantilla plagada de estrellas. Una situación que no ha pasado desapercibida para muchos de los objetivos blaugrana, que dudan del proyecto del entrenador de Terrassa.
El mal juego del Barça le pasa factura a Xavi
Xavi llegó al Camp Nou para suplir a un Ronald Koeman que no fue capaz de sacar a flote un proyecto hundido. El técnico culé aterrizó como el gran salvador del Barça y, tras ganar una liga en su primera temporada completa, el crédito se le está acabando, a pesar de haber hecho el equipo a su imagen y semejanza.
Fueron muchos los esfuerzos que hizo en su segunda etapa en la presidencia del club Joan Laporta, con hombres como Robert Lewandowski, Raphinha, Jules Koundé, o Íñigo Martínez, Ilkay Gündoğan, Vitor Roque (para enero) más recientemente, todo peticiones de Xavi, que llegaron a pesar de los problemas económicos.
Es evidente que el Barça tiene que mejorar y que necesita refuerzos, sobre todo en la medular, la base del juego que practica un equipo como el de Xavi. Sin embargo, dadas las dudas que está dejando el entrenador culé, uno de sus mayores deseos prefiere no fichar por el conjunto catalán.
Zubimendi se niega a fichar por el Barça
Martín Zubimendi siempre ha sido el elegido para sustituir a Sergio Busquets, siendo su relevo ideal y natural tanto en la selección como en el equipo blaugrana (con permiso de Rodri Hernández). Xavi ya intentó su llegada el año pasado, pero el futbolista de la Real Sociedad se mostró reacio a abandonar Anoeta, además, de los problemas económicos del Barça, que no podía hacer frente a la operación.
Pero para la próxima temporada, consciente de que seguirá siendo objeto de deseo, Zubimendi ya ha dicho que no quiere viajar a Barcelona, viendo el proyecto de Xavi. El pivote txuri prioriza salir a la Premier League, donde el Arsenal está dispuesto a pagar los 60 millones de su cláusula, y podrá jugar a las órdenes de Mikel Arteta, alumno aventajado de Pep Guardiola.