Empieza el año, vuelve la Copa del Rey y Ousmane Dembélé se reencuentra con el fútbol. El gran nombre de este nuevo Barça de Valverde volverá a pisar el césped después de casi cuatro meses alejado de los terreno de juego. Una lesión lo ha dejado fuera en el primer tramo de la temporada y ahora podrá volver a sentirse jugador como blaugrana.

El lugar será un estadio idóneo, para reconducir rachas y siendo la Copa el primer reto del francés en el 2018. El Celta de Vigo será el primer rival del año en un partido de los más complicados posibles en Balaídos, un estadio maldito en las últimas temporadas.

No estará el nuevo tridente para seguir la racha de 25 partidos consecutivos sin conocer la derrota. Y se llega después de la Navidad, de haberse marchado de vacaciones con una gran victoria contra el Real Madrid en la Liga, y con ganas de volver a jugar el gran fútbol demostrado en los últimos años.

Dosificación de la racha blaugrana

El gran objetivo es seguir ganando, sin sufrir en un mes de enero y febrero muy exigente, con partidos cada tres días y con la competición de Copa que se decide en treinta días. En un mes se sabrá quiénes serán los dos finalistas de la competición del KO, y el Barça llega defendiendo el título de campeón de la temporada pasada.

El descanso ha ido bien a todo el mundo, pero también ha sido la manera perfecta para afrontar la competición. El retorno de Dembélé, el fichaje más caro de la historia del Barça, marca los pasos de la eliminatoria más complicada de los octavos de final. Un partido a la altura y que tendrá 180 minutos de competición máxima.

Las sorpresas van más allá que el cambio de portero. Cillessen volverá a defender la portería. Y las grandes bajas, aparte del lesionado Umtiti, son las de Messi, Luis Suárez e Iniesta. Deulofeu, Rafinha y Arda Turan también han quedado fuera de una sintomática lista en qué han vuelto a hacer un paso adelante Aleñá y Arnaiz.

Por lo tanto, juegue o no juegue Dembélé de inicio, la duda llegará principalmente en el eje del ataque. Con Alcácer lesionado, Valverde llega al duelo de Copa sin un delantero centro puro. Será la hora de Paulinho de falso '9' o de algún otro centrocampista más ofensivo que haga de referencia.

El Celta apela a la hemeroteca

Los números no mienten y si se mira la hemeroteca te das cuenta de que Balaídos no es un campo fácil. Concretamente hace dos temporadas que el Barça pierde y este dato está en al que el Celta se coge. Un 4-3 el año pasado, y un 4-1 ahora hace dos campañas. Los resultados sonríen los gallegos en casa, cosa que no pasa en las últimas visitas en Barcelona.

La eliminatoria del Celta será de desgaste. 180 minutos contra un grande como el Barça siempre es un objetivo prácticamente imposible de superar, pero la temporada pasada ya supieron deshacerse del Real Madrid. Con la temporada medio coja, con la Liga olvidada, la gran esperanza para el Celta es la competición copera. A pesar de todo, para tener el éxito esperado habrá que hacer un buen papel en este partido de ida al siempre complicado Balaídos a pesar del retorno de Dembélé.