El Real Madrid atraviesa un momento complicado. La victoria por 3-4 frente al Olympiacos no consiguió disipar las dudas que se han acumulado en las últimas semanas. A pesar de la actuación estelar de Mbappé, autor de cuatro goles, y del habitual desborde de Vinicius, el equipo volvió a mostrar fragilidad defensiva. Una situación que no concuerda con la ambición de un club que busca todos los títulos.
El trasfondo es preocupante. El Madrid venía de un bache de resultados: dos empates consecutivos en LaLiga frente al Rayo Vallecano (0-0) y el Elche (2-2), sumados a la derrota en Champions ante el Liverpool (1-0). Un Liverpool que, por cierto, es el peor que hemos visto en los últimos años. Está lejos del nivel de las últimas temporadas. Y, por supuesto, muy lejos del Liverpool de Jürgen Klopp.
Dos bandos definidos en el Real Madrid
En medio de este escenario, se han hecho visibles tensiones internas. Según ha desvelado ‘El Partidazo de COPE’, no todos los futbolistas reman en la misma dirección. Algunos jugadores respaldan firmemente a Xabi Alonso, como Huijsen, Carreras, Courtois, Güler y Mbappé. Otros, sin embargo, parecen distantes o en desacuerdo con algunas decisiones tácticas y de gestión, entre ellos Valverde, Vinicius, Rodrygo, Brahim, Endrick y Mendy.
Dentro de este contexto, Courtois y Dani Carvajal, ambos capitanes del equipo, se encuentran en una posición delicada. Su papel no es solo el de rendir en el campo (recuperarse en el caso de Carvajal), sino también el de apaciguar tensiones en el vestuario. La presión sobre ellos es doble: mantener el liderazgo deportivo mientras intentan mediar entre distintos grupos dentro del equipo. No es una tarea sencilla, especialmente cuando las opiniones sobre el entrenador y la estrategia de juego están divididas.
Courtois y Dani Carvajal tienen deberes como capitanes
Los analistas destacan que la guerra interna afecta al rendimiento colectivo. Los jugadores que se sienten desalineados con las decisiones de Xabi Alonso han mostrado signos de desconexión, con desplazamientos lentos, errores defensivos y falta de coordinación en ataque. Por el contrario, quienes respaldan al técnico parecen más motivados y comprometidos, lo que genera contrastes evidentes dentro del equipo durante los partidos. Los capitanes deben ser ejemplo de calma y unidad, aunque la situación hace que sea difícil mantener el control absoluto.
El futuro inmediato del Madrid depende en parte de cómo se gestione esta tensión interna. Xabi Alonso necesita que los líderes del vestuario trabajen en conjunto para garantizar que la plantilla siga cohesionada. De lo contrario, el rendimiento del equipo podría seguir siendo irregular, y los resultados seguirían condicionando la posición del club en LaLiga y en Champions.
