Carlos Alcaraz se ha desnudado, emocionalmente hablando. El joven tenista murciano, que hace escasas semanas perdió la final de Wimbledon, se ha abierto en una entrevista con Financial Times, en la que ha hablado sin filtros sobre salud mental, redes sociales, la exigencia del circuito y su relación con Jannik Sinner, su principal rival en las pistas.
"No quiero que me llamen el sucesor de Rafa"
En lo que a lo deportivo se refiere, el gran rival de Carlos Alcaraz en el tenis es Jannik Sinner. Pese a su juventud, ambos ya han protagonizado grandes batallas, como fue la épica final de Roland Garros o la más reciente en Wimbledon, y están destinados a hacer historia. Preguntado por su relación con el italiano, el murciano ha asegurado que aunque "las provocaciones llaman mucho la atención", porque "a la gente le gusta mucho la idea de que haya fricción entre nosotros, eso es lo que vende", ambos mantienen una gran relación. "Aunque el tenis es un deporte individual, estamos con los mismos jugadores todas las semanas, día tras día. Jannik y yo, que hemos librado grandes batallas en la pista, nos vemos mucho fuera de ella. Hablamos, a veces entrenamos juntos, y al final se forja una buena relación, una relación bonita", ha comentado un Alcaraz que, eso sí, afirma que "los dos queremos ganar y superarnos mutuamente, pero fuera de la pista, ser buenas personas y llevarnos bien es otra cuestión. Para mí, esa es una de las virtudes y valores del deporte".
Muchos ven a Sinner y Alcaraz como los nuevos Federer-Nadal, y aunque no es descabellado pensar que en el futuro pueden tener una rivalidad parecida, el de El Palmar ha querido desmarcarse de ello: "El tenis siempre ha tenido grandes rivalidades y grandes jugadores. Es un privilegio que la gente vea nuestro juego de esa manera, con tanto entusiasmo, pero al final no tenemos ninguna obligación de hacer lo que ellos han hecho, ni mucho menos". En línea con esto, Alcaraz tampoco ha dudado en responder a quienes lo comparan con Nadal: "No quiero que me llamen el sucesor de Rafa".
"Intento encontrar momentos de diversión fuera del tenis"
Por otro lado, Alcaraz, quien ha sido cuestionado últimamente por su vida extradeportiva, ha confesado que se da todos los caprichos que quiere, pero porque son necesarios para desconectar de una vida y un deporte que es muy exigente a nivel mental. "Me encanta jugar al tenis. Es mi pasión, es lo que he elegido, es lo que me gusta. Al final, es como todo lo demás. Si juegas todos los días y no te tomas un descanso para desconectar, esa emoción se va desvaneciendo. Por eso siempre intento encontrar momentos de diversión, de ganas de vivir", ha comentado un Carlos Alcaraz que no se priva de nada: "Me como una hamburguesa antes, durante o después de un torneo. Siempre me permito algún postre, algo de chocolate, eso no me supone ningún problema. ¿Cómo lo celebro? Quizás cuando vuelvo a casa. La comida de mi madre siempre es la mejor, y bebo champán y Coca-Cola, algo que no hago durante los torneos... Sin excederme, por supuesto"
Finalmente, Alcaraz también ha hablado sobre las redes sociales, y aunque ha admitido que las usa "mucho", reconoce que "no es un entorno muy bueno, por no decir horrible". En su caso, las redes "se han convertido en una herramienta muy importante para el trabajo, pero a nivel personal es un mundo muy feo", explica el de El Palmar, que se justifica: "Al final, nada de lo que hay ahí es real. La gente muestra una vida que no es la suya, una cara que no es la suya. Y, además, hay mucha gente que te puede hacer daño con un simple comentario. No hay peor arma que las palabras".