El entrenamiento a puerta abierta de hace dos semanas que realizó el primer equipo del FC Barcelona en el nuevo Camp Nou sirvió también a los Mossos d'Esquadra para tomar las medidas del estadio que este sábado 22 volverá a acoger un partido de competición oficial después de meses de exilio forzado de los azulgranas en Montjuïc. Aquel día las diversas unidades que normalmente participan en dispositivos cuando juega el Barça conocieron de primera mano el estadio y este sábado volverán para dar seguridad al partido contra el Bilbao, un enfrentamiento que se espera tranquilo y festivo con la ilusión de los azulgranas, por fin, de volver a su casa. A pesar de ello, según ha podido saber ElNacional.cat, el dispositivo policial se hará como si fuera un partido de alto riesgo, con más efectivos de los que normalmente se desplegarían en un partido contra el Bilbao, con el fin de probar el estadio, adecuarse a las nuevas instalaciones y, al mismo tiempo, poder detectar carencias que puedan ser resueltas antes de que llegue un partido de riesgo al nuevo Camp Nou.
La previsión que hace el jefe del Área de la Oficina del Deporte de la Región Policial de Barcelona de los Mossos, el inspector Andreu González, es que sea un partido sin un riesgo añadido más allá de la gran aglomeración de personas, de la movilidad y de los riesgos ya habituales, como, entre otros, el riesgo 4 sobre 5 de amenaza terrorista. Una concentración por parte de grupos de animación, que se espera también festiva, y la novedad del escenario del partido, son las dos únicas cosas que salen del guion habitual de un partido. Con todo, sin embargo, los Mossos han diseñado un operativo que se hará como si se tratara de un partido de alto riesgo y, por lo tanto, se dimensionará el despliegue de unidades de la ARRO y de la Brimo, y también se desplegarán unidades que habitualmente no asistirían al partido, como agentes de la Policía Administrativa —encargados de la guerra contra la reventa y también responsables de la vigilancia privada—, la Unidad de Drones —para ganar seguridad desde el aire— y también agentes de la Comisaría General TIC —para dar seguridad a los sistemas informáticos. El dispositivo para este sábado, como es habitual en este tipo de partidos y como ya se hacía en el antiguo Camp Nou, también contará con las unidades TEDAX y Canina, que son las encargadas de hacer un registro para evitar la presencia de explosivos en el recinto antes de la apertura de puertas, que será un par de horas antes del partido.
La activación de las unidades que normalmente no se activarían, o que no se activarían con tantos efectivos, permitirá al inspector Andreu González hacer un ensayo de cara a los próximos partidos, algunos ya más movidos, como el que se espera, de Champions, el 9 de diciembre, entre el FC Barcelona y el Eintracht de Frankfurt, con un aforo parcial de 45.400 espectadores. El partido de este sábado será la antesala del regreso al Camp Nou de partidos mucho más complicados en cuanto a seguridad. La no-presencia de aficionados rivales en el partido contra el Bilbao o el ambiente de fiesta que se prevé que se viva este sábado -habrá conciertos antes del partido- hace respirar tranquilos a los Mossos y les permite afrontar el partido como una prueba.
Un estadio mucho más seguro
Más allá de la licencia que ha autorizado el Ayuntamiento de Barcelona para esta fase y poder volver a jugar en el Camp Nou, y el visto bueno de la UEFA también para volver a jugar en el estadio los partidos europeos, los Mossos también valoran muy positivamente el nuevo estadio en cuanto a condiciones de seguridad, que han aumentado en relación con las que había en el antiguo estadio —que ya es historia. El inspector ha asegurado que, aunque todavía falta una parte importante de las obras, la zona donde no se puede entrar está muy bien protegida para evitar que los aficionados puedan acceder y que se ha mejorado mucho en cuanto a las infraestructuras y accesos. Las primeras impresiones de los diversos servicios policiales del día del entrenamiento a puerta abierta, como algunas necesidades que pusieron de relieve los operadores del Grupo Especial de Intervención (GEI), ya se han hecho llegar al Barça, que trabajará para poder ponerlas en marcha.
