El Barça vive en una balsa de aceite. El equipo encadena 28 partidos sin perder, lidera la Liga con mano de hierro y el club aprovecha el mercado de invierno para presentar refuerzos y avisar a los rivales. Ernesto Valverde pone a prueba su currículum inmaculado en el banquillo del Camp Nou contra la Real Sociedad en un campo de mal recuerdo para los culés: Anoeta (20.45 horas / Movistar Partidazo).

Líder sin discusión

La primera vuelta baja la persiana con dos conclusiones. La primera es que nadie aguanta el ritmo de goles y victorias de este Barça, que capitanea la mayoría de las estadísticas en la primera parte de la temporada. La segunda es que el Madrid, con su derrota contra el Villarreal en el Santiago Bernabéu, está fuera de la lucha por el título. Bandera blanca en pleno mes de enero. El rival de los blaugrana, ahora sí, es el Atlético de Madrid.

Valverde ha encontrado la fórmula para hacer jugar y ganar a un equipo que, como el vino, mejora con el tiempo. Contra el Celta de Vigo, en el primer partido a cara o cruz, el equipo rompió su techo con una media hora de un fútbol tan sensacional como letal. Catapultado por una versión estelar de Leo Messi, el Barça ofreció una muestra de donde puede llegar si le respetan las lesiones. Y lo hizo sin Ousmane Dembélé ni Philippe Coutinho, dos futbolistas llamados a ser decisivos en el tramo final de temporada.

La racha de imbatibilidad del Barça vuelve a pasar un examen. Hoy, en un laberinto del que no encuentra la salida desde el 2007. Los blaugrana hace más de diez años que no ganan en Anoeta en la Liga. Ha llovido mucho desde aquel 0-2 con goles de Andrés Iniesta y Samuel Eto'o. Pero la Real mantiene el mismo idilio, a pesar del cambio de entrenadores.

El Barça llega a San Sebastián en el mejor momento de la temporada. Pletórico desde el punto de vista físico y mental. El equipo minimiza sus defectos y explota sus virtudes mientras recupera futbolistas que parecían haber lanzado la toalla. Y lo hace con diferentes sistemas. Valverde no es un esclavo del 4-3-3 y lo más probable es que vuelva a acumular hombres en el medio del campo para evitar que la Real tenga espacios para correr y pensar.

El factor Eusebio se diluye

La Real Sociedad necesita un punto de inflexión. Los vascos empezaron la temporada con la misma alegría que acabaron la pasada, pero se han descolgado de la burguesía de la Liga. La Real, que sólo ha ganado uno de los últimos ocho partidos, ha perdido la vistosidad de un juego que centró todas las miradas. Por despreocupado y efectivo.

Eusebio Sacristán sabe perfectamente como plantearle un partido incómodo al Barça después de aprender de Johan Cruyff y crecer entrenando al filial blaugrana. Eusebio pasa por uno de sus momentos más bajos desde que llegó a Anoeta el año 2015. Su equipo, sin embargo, no cambia la hoja de ruta y sigue apostando por la posesión de la pelota como la vía más corta para conseguir la victoria.

Contra el Barça tendrá que sobrevivir a la baja por lesión de Íñigo Martínez, indiscutible en el eje de la defensa y uno de los hombres que repiten en sus alineaciones cada fin de semana. Entre las noticias positivas para los donostiarra destaca es la recuperación de Adnan Januzaj. El extremo belga, uno de los factores diferenciales del equipo, ha dejado atrás los problemas físicos y se perfila como una alternativa de garantías para acompañar a Willian José.

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