El Barça está vivo después de un flojo partido y consigue un meritorio empate contra el Real Madrid (1-1). La semifinal de la Copa del Rey queda bien abierta y continúa igualada después de los goles de Lucas Vázquez y Malcom. Y Leo Messi, que sólo ha jugado treinta minutos, ha acabado calmando al Camp Nou.

Intranquilos y deshechos

Sin Leo Messi de inicio todo es diferente. El argentino siempre marca las diferencias, lleva la batuta del equipo y sabe como superar a cualquier rival. Pero sin él el partido ha costado mucho. Arthur llevaba el timón desde el medio del campo y Malcom intentaba hacer de '10'. Y Semedo, un factor de velocidad para intentar frenar al rápido Vinícius. El resto, los esperados.

El Madrid, sin Bale de titular, y con Vinícius, Lucas Vázquez y Llorente, también se ha presentado con algunas sorpresas y cambios de galones. Pero los blancos, jugando primero en campo contrario, han sabido tener el empuje que le ha faltado al Barça al inicio del partido.

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Este hecho, combinado con alguna imprecisión del Barça, ha acabado con un primer golpe a todos los culés presentes en el Camp Nou. Las estelades, la independencia y la libertad de los presos políticos y de Sandro Rosell han pasado a uno segundo término.

Era sólo el minuto cinco cuando ha aparecido Lucas Vázquez, que ha aprovechado una muy buena combinación entre Vinícius y Benzema, y ha hecho el primer gol del partido. Ter Stegen, que volvía a jugar en la Copa por la lesión de Cillessen y después de hacerlo por última vez en enero del 2017, no ha podido hacer nada para parar la diana blanca.

A partir de aquí, con el Barça tocado, se ha tenido que volver a remar a contracorriente. Obligados de nuevo a una remontada, esta vez contra el Madrid. Pero ha costado más de lo esperado. Los blancos, muy bien situados y esperando los movimientos fallidos de los blaugrana, han estado tranquilos. El Barça, de su lado, sólo ha podido relajarse cuando ha tenido la posesión. Arthur ha dado un paso adelante, Malcom no ha dejado de intentar los unos contra unos, y poco más.

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Efecto Messi

Pero el partido se ha ido puesto a tono para que Messi tuviera su media hora de partido. El Camp Nou coreaba su nombre mientras el Barça se recuperaba a base de balón. El control de los blaugrana ha llegado en el segundo tiempo, y el efecto Messi ha sido efectivo.

El argentino ha empezado a calentar en la banda y ha llegado el empate. Lenglet asiste con un pase largo a Jordi Alba, Keylor Navas rechaza, después Suárez dispara al palo y el rebote acaba en los pies de Malcom, que se redime con un gol. Todo esto con la amenaza del '10'.

Y en el minuto 62 ha entrado Messi, justo después de Arturo Vidal y minutos antes que Aleñá. Entonces el Barça se ha hecho el amo del partido. El empate a un gol no era malo y los dos equipos lo sabían. El resto del partido ha sido más calmado, con algunas excursiones blancas y blaugrana, pero nada más.

Todavía quedan al menos 90 minutos más en Madrid, donde todo se decidirá. Eliminatoria abierta, pero con un buen marcador del Barça después de un partido en que ha ido de menos además. Y además, sigue la pesadilla contra el Madrid en la Copa, aumentando los 22 años sin ganar en el Camp Nou.