No ha podido ser. El Barça Lassa ha perdido el quinto partido de la final de Liga contra el Inter Movistar (2-1) y cierra una temporada sin títulos. Un gol de Ricardinho, después de una genial jugada individual y a falta de tres minutos para el final, da la cuarta Liga consecutiva a los madrileños.

Inicio injusto

La final llegaba al último partido. Y lo hacía con demostraciones de fuerzas de los dos equipos. En Madrid, el desenlace, era una moneda al aire. Desde el primer minuto se ha notado que el Inter y el Barça tenían muy claro que cada error podía tener un precio demasiado elevado: el título. Por eso, los ornamentos y el juego bonito han dejado paso a la intensidad y a la competitividad llevada al extremo.

Cada pelota dividida era una pequeña victoria. Los dos equipos se conocen perfectamente y dejan muy poco margen a la sorpresa. Los goles, normalmente, llegan por acciones individuales y puntuales, ya que cuesta mucho desequilibrar a través de jugadas colectivas. Y así ha sido el primer gol del partido. Gadeia ha aprovechado un error defensivo del Barça para acercar la Liga a Madrid.

Sólo se habían jugado siete minutos de partido y en la primera ocasión clara los madrileños han conseguido desnivelar la balanza. Al Barça le tocaba remar en campo contrario. Los de Andreu Plaza, con una rotación constante para mantener el ritmo en la pista, han sujetado al Inter. Joselito ha rozado el 1-1 con dos disparos prácticamente consecutivos que ha desviado Jesús Herrero.

El descanso ha llegado en el peor momento para los blaugrana. Tenían al Inter encerrado en su propio campo y Paco Sedano era un espectador más. El Barça, sin embargo, cargado con cinco faltas, se ha visto muy limitado para no cometer la sexta.

Premio por tozudos

La segunda parte ha seguido la misma tónica. El Barça seguía inclinando la pista y los madrileños aprovechaban cualquier circunstancia para parar el ritmo y coger aire. Dyego ha sido el primero en avisar pero su disparo se ha marchado fuera. En el intercambio de golpes, el Inter ha estado a punto de marcar el segundo gol con una cañón de Humberto que ha rechazado el palo.

El partido entraba en los últimos quince minutos con todo por decidir. El Barça lo fiaba todo a la pelota y el Inter se defendía y esperaba al contragolpe. Y Joselito se ha convertido en 'rival' del Barça desperdiciando, solo ante el portero, la ocasión más clara. Incluso, después de fallar, el mismo jugador pedía perdón a sus compañeros.

Los blaugrana no se podían permitir el lujo de regalar nada y menos de cara a gol. El tiempo corría pero el equipo no desistía. Fruto de esta perseverancia y de la superioridad física, Adolfo ha tenido el empate con un disparo al larguero. El desenlace parecía inevitable porque al Inter se le hacía un mundo cruzar el medio del campo y acercarse con criterio a la portería de Sedano.

Roger Serrano no ha fallado como Joselito. Con una jugada individual por la banda izquierda, el alero del Barça ha superado a Herrero para hacer el 1-1 a falta de cinco minutos para el final.

¿Un nuevo partido?

Las dinámicas eran opuestas y parecía que la Liga acabaría en Barcelona. Pero una genialidad de Ricardinho, el mejor jugador del mundo, ha cambiado el guion del partido. El portugués ha superado Ferrao con un túnel para reventar la pelota delante de Sedano. Al Barça le volvía a tocar a remar contracorriente cuando tenía el premio en la mano. Sólo quedaban tres minutos para el final.

Andreu Plaza ha hecho entrar al portero-jugador para intentar recuperar el tiempo perdido. El Barça se arriesgaba y se jugaba toda la temporada con cinco jugadores de campo. El griterío se intensificaba en el pabellón y el público parecía defender al lado del Inter.

Los blaugrana lo intentaban sin margen de error. Ferrao ha tenido la ocasión más clara y en el último ataque, el equipo no se ha entendido para aprovecharlo.

Ricardinho ha sido el factor diferencial de la cuarta Liga seguida del Inter Movistar. El Barça cierra la temporada en blanco pero con una base sólida para construir un ciclo que promete muchas alegrías al Palau Blaugrana.