Gerard Depardieu, el alcalde corrupto del nuevo thriller político de Netflix
Ganas, muchas ganas que llegue el próximo jueves día 5 y conectarme a Netflix para tragarme un capítulo tras otro de la nueva producción de la plataforma en streaming, Marseille (es lo mejor que tiene este invento, que una vez estrenan una nueva ficción te puedes apalancar en el sofá hasta que los ojos te suplican una tregua).
Robert Taro ha sido el alcalde de Marsella durante veinte años. Antes de retirarse prepara su último gran truco como (ejem) político: amañar las próximas elecciones para construir un casino en el centro histórico del puerto. En estos comicios, Taro se enfrenta a Lucas Barres, su delfín, el hombre que, durante mucho tiempo, fue su protegido, que él mismo había elegido como sucesor. Barres, sin embargo, es un joven enfermizamente ambicioso y apunta muy alto.
La gran codicia de su discípulo y los intereses ocultos de los líderes de la ciudad convierten esta campaña en una batalla que nadie sabe quién ganará. Una guerra sin cuartel que gira en torno a la venganza y la avaricia, con los señores de la droga y los sindicatos de la ciudad ejerciendo de tropas mercenarias al servicio del mejor postor.
Rodada íntegramente en Marsella (de hecho es la primera producción francesa de Netflix), creada y dirigida por el cineasta galo Dan Franck y con un reparto encabezado por Gerard Depardieu (que puede ser todo el que queráis pero sobre todo es un actor estratosférico), Marseille promete y mucho. Un thriller político que gira en torno a la lucha de poder y la corrupción en una ciudad en la que los ricos no sólo tienen mucho, sino que todavía quieren mucho más.
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